«Las obstetras estamos llamadas a trabajar con una visión integral de las mujeres»
La Obstetricia es una de las profesiones más antiguas dado que acompaña a las mujeres en el parto y con ello se comenzó a construir capítulos importantes de la historia del ser humano.
La vida y su profesión llevaron a la Obstetra Mónica Salazar del Río a recorrer dos países importantes que marcaron su formación profesional como obstetra, puntualmente Francia y Suiza, en donde trabajó en casas de nacimientos, donde las obstetras juegan un papel preponderante en la atención del embarazo, el parto y post parto basado en un acompañamiento integral y natural.
Hoy en día la pregunta que muchos se hacen ¿Es el obstetra un médico o una enfermera?
Ni lo uno ni lo otro. La obstetra al igual que un médico y una enfermera es un profesional de la salud, que se dedica a labores específicas.
Por ley, somos una profesión médica y nos ocupamos de la salud sexual y reproductiva de las mujeres en edad fértil. Este campo es muy vasto, destacando nuestro trabajo con las mujeres durante la etapa de la maternidad, vale decir embarazo, parto y postparto, así como también, desarrollando actividades de prevención y promoción de la salud como la detección precoz del cáncer ginecológico, de las infecciones de transmisión sexual entre otros.
¿Qué otros nuevos ámbitos de especialización se presentan hoy en día para la obstetra?
Como obstetras estamos llamadas a trabajar con una visión integral de las mujeres que vienen a nosotros, es decir, no solo nos ocupamos de la zona ginecológica, sino que la vemos desde la cabeza hasta los pies, y para ello, es imprescindible capacitarnos constantemente para empoderar nuestro trabajo con el uso de terapias alternativas, que implican por ejemplo el uso de plantas, técnicas que no sean invasivas y en el campo de la concepción de la vida con la paternidad responsable.
¿Qué habilidades son las que debe tener un especialista o un profesional obstetra?
Fundamentalmente identificarse con la profesión.
La capacidad de observación, paciencia, la perseverancia con la que debe contar es sumamente importante.
Es muy difícil en nuestro medio que las mujeres se atiendan, que se detengan un momento y busquen mejorar su salud, por ende tenemos muchísimo trabajo, necesitamos educar a la población en todo lo que tenga que ver con el cuidado de la salud sexual y reproductiva, y con el respeto y valoración del cuerpo para cuidarlo mucho más.
¿Considera que este trabajo de información deba ser un trabajo en conjunto o solamente deba ser desde la parte del obstetra?
Definitivamente el trabajo en equipo es muchísimo mejor.
Es así que cuando se realiza campañas asistenciales o visitas domiciliarias en conjunto, cada uno de los profesionales de salud aportar algo significativo, el cual permite construir una sociedad mejor informada y que goce de una buena salud integral.
Coméntenos un poco el curso que va a desarrollar aquí en la USAT
Desarrollaremos el curso de “Gestión Natural de la Fertilidad Basado en el Método Sintotérmico”, por encargo del Instituto de Ciencias para el Matrimonio y la Familia de la USAT.
El método Sintotérmico es todavía bastante desconocido a nivel latinoamericano, pero muy utilizado en Europa y América del Norte, donde de acuerdo a las numerosas investigaciones científicas, ha demostrado su eficacia casi tanto como la de la píldora de 99%. Este método se basa en el reconocimiento de los signos de fertilidad y se utiliza no solamente para espaciar los nacimientos, sino también para concebir. Actualmente hay muchos casos de infertilidad, por distintas causas, principalmente por la contaminación y este método es una herramienta maravillosa porque está basado en la autoobservación, lo cual permitirá encontrar dónde están las debilidades para que se pueda buscar una solución y mejorar la situación.
¿Aquí en el Perú se conoce ese método?
No, en realidad no se conoce. Lamentablemente existe mucha información equivocada con respecto a los métodos naturales, como los denomina la Organización Mundial de la Salud, se considera que son métodos que no sirven y que si se utilizan para espaciar los nacimientos, lo único que se consigue es lo contrario, es decir, tener más hijos.
En realidad pasa que como todo método sin excepción tiene sus consignas, esto quiere decir que en un momento dado de la observación, es necesario contenerse y propiciar un estilo de vida basado en el respeto por el cuerpo y desarrollar actividades que fortalezcan la vida juntos, dentro y fuera del hogar e incluso integrando a los hijos para consolidar a la familia como base de la sociedad. El método sintotérmico es efectivo, ecológico, económico y permite el autoconocimiento. Por todo lo descrito nace el interés de difundirlo en nuestro país.
¿Considera usted que es una buena opción que aquellas parejas que desean concebir puedan recurrir a estos tratamientos?
Sí. En Europa existen muchas monitoras (denominación de las personas que siguen a las parejas con este método), quienes trabajan de la mano con ginecólogos especialistas en infertilidad. Ellos envían a las parejas con las monitoras para que les hagan un seguimiento de unos tres o cuatro meses para poder analizar los signos de fertilidad y tener de esta manera datos que ayuden al establecimiento del diagnóstico y poder comenzar con el tratamiento.
Cabe destacar que existe la naprotecnología (Tecnología de la Reproducción Natural), una nueva ciencia que investiga y trata las causas subyacentes de la infertilidad, tanto en el hombre como en la mujer, para buscar la concepción en una relación sexual normal. Para ello, aplica la auto-observación (métodos naturales) y tratamientos médicos que restauran la fertilidad. Esta ciencia es muy eficaz y se ha obtenido excelentes resultados tanto en EE. UU., como en Europa.