Reflexionando sobre la esencia del cuidado enfermero visible o invisible en tiempos de Covid-19
Directora de Escuela de Enfermería USAT
Es de suma importancia reflexionar que han sido muchas las contribuciones que durante la pandemia, el profesional de enfermería ha ofrecido al sistema de salud y una de las mas relevantes es hacer visible la necesidad de incrementar los recursos humanos de enfermería, que históricamente ha tenido un déficit significativo y se tradujo en una necesidad imperiosa por contratar personal de salud, de tal forma que la enfermera asumió un rol trascendental e imprescindible, que ha dejado de ser solo parte del equipo multidisciplinario, para convertirse en protagonista en el escenario de la salud, respondiendo de manera inmediata y contundente a las necesidades de interactuar con la persona, familia y escenario comunitario
Desde el enfoque del cuidado enfermero, debemos asumir que se da en una relación de enfermera- paciente, con esmero y atención, afecto, preocupación, responsabilidad y valores, que ayudan a crecer a ambos y que es un elemento paradigmático, que diferencia a la enfermería de otras profesiones de las ciencias de la salud. Por su parte Waldow (2013), presenta una amplia definición de cuidado ya que lo plantea en términos de “una forma de vida, de ser, de expresarse. Es una postura ética y estética frente al mundo. Es un compromiso con el estar en el mundo y contribuir con el bienestar general, en la preservación de la naturaleza, en la promoción de las potencialidades y de la dignidad humana y de la espiritualidad; es contribuir a la construcción de la historia, del conocimiento y de la vida”1
Reflexionar acerca de ese cuidado invisible y silencioso que ahora en esta crisis por COVID-19, se ha visibilizado y escuchado, ya que se ha convertido en una excelente oportunidad de mostrar el gran valor del trabajo de la Enfermera y la necesidad de nuestro cuidado, como fortaleza del sistema sanitario. A pesar de los insuficientes e inadecuados equipos de protección personal, la exposición al riesgo de contagio, largas jornadas de trabajo para hacer frente al cuidado de las personas con la objetividad de garantizar la seguridad y proporcionar acompañamiento personalizado; exposición a violencia por parte de la población; miedo, estrés laboral, carga emocional y cansancio; estar separada de la familia para evitar la transmisión de la enfermedad; reclamos frente a la vulnerabilidad de sus derechos salariales y beneficios sociales. Es así que las enfermeras en los escenarios donde se enfrenta la COVID-19, realizan las acciones necesarias para cumplir con el compromiso profesional y ético de cuidar.2
Es ampliamente reconocido el desarrollo de Enfermería y sus aportes a las acciones de salud en los diferentes niveles de atención, generando prácticas de promoción, prevención, recuperación y rehabilitación de la salud, desde el cuidado de enfermería especializado, hasta el cuidado integral a la persona, familia y comunidad en todas las etapas del ciclo vital humano y en este día 30 de agosto que se celebra el DIA DEL ENFERMERO PERUANO, brindar un homenaje y reconocimiento al profesional de enfermería, quién asume roles importantes en su quehacer profesional en el área asistencial, docencia, investigación y gestión.