Claves para prevenir el dengue
Por: Dr. Franklin Saavedra Idrogo.
El dengue es una enfermedad estacional que puede ser grave y hasta mortal, se produce por uno de los 4 serotipos de virus del dengue. El modo como se trasmite el virus es mediante la picadura del zancudo llamado Aedes aegypti, quien luego de picar a una persona enferma lleva el virus a otra persona sana trasmitiéndole la enfermedad.
Esta enfermedad se encuentra difundida en más de 129 países con más de 4 mil millones de personas expuestas a contagiarse; durante el año 2019 apareció un brote de dengue sin precedentes en los países de América latina, en ese año se reportaron 28,176 casos graves y 1,535 fallecidos por esta enfermedad; los años siguientes los casos continuaron afectando a muchas personas creando una preocupación importante en los sistemas de salud. El impacto del dengue sobreañadido a la pandemia del Covid 19 puede tener consecuencias potencialmente devastadoras en nuestras poblaciones que tienen un deficiente sistema de salud, de allí la importancia de conocer y prevenir estas enfermedades.
Los pacientes con dengue presentan fiebre alta, dolores de cabeza, de ojos, en huesos y articulaciones, decaimiento y pérdida de apetito; en los casos más graves aparecen signos de alarma como son: dolores abdominales intensos, vómitos, sangrado de las encías, en la orina y equimosis en la piel, además pueden aparecer acumulación de líquidos en la cavidad torácica o abdominal; requiriendo atención médica especializada y de emergencia.
Una de las principales estrategias mundiales empleadas para enfrentar esta enfermedad es la implementación de medidas de control de vectores dirigidas a la eliminación de las larvas y los mosquitos adultos, que transmiten la enfermedad.
El Aedes aegypti es un zancudo pequeño (menos de 1 cm) de color oscuro con manchas blancas en su cuerpo y en sus patas, se los reconoce porque al posarse levanta las patas traseras. Este zancudo también es el responsable de la trasmisión de otras enfermedades virales como son: el zika, la chikungunya y la fiebre amarilla, las cuales son más frecuentes durante los meses de clima cálido, con humedad o periodos de lluvia, cuando los mosquitos y las garrapatas son más activos. Así mismo, es importante conocer que los zancudos Aedes, viven en zonas urbanas con altitudes inferiores a 2,200 metros sobre el nivel del mar y habitualmente ponen sus huevos en depósitos de agua limpia como piscinas, floreros, llantas en desuso o cualquier recipiente que puede almacenar agua y está a la intemperie. Con respecto a la actividad de estos zancudos se conoce que suelen picar durante todo el día, aunque es más intensa al iniciar la mañana y al finalizar la tarde.
Para enfrentar con éxito este problema de salud es necesaria la participación de las autoridades con los planes y recursos, el personal de salud con las capacitaciones, seguimiento y tratamiento de casos y la comunidad en la cual estamos incluidos. Iniciaremos tomando conocimiento de la enfermedad y el modo de transmisión para luego pasar a la acción: eliminar el agua almacenada, reducir los desechos sólidos y asegurar la cobertura adecuada de todos los contenedores de agua; además, alentar el uso de repelentes de insectos, uso de insecticidas apropiados, mallas o telas metálicas en las ventanas y mosquiteros en los dormitorios, es necesario proteger la piel expuesta con el uso de chaquetas de manga larga y pantalones largos, si usa algún filtro solar, aplíquese primero el filtro solar y después el repelente; además, se puede tratar la ropa, botas o medias con permetrina que es un insecticida y a la vez un repelente.
Estas acciones sencillas con conocimiento de causa, todos las podemos ejecutar en nuestros hogares y fuera de ellos, actuando en conjunto, nos permitirá dar un salto cualitativo en la prevención y control del dengue en nuestra región.