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Articulos bioetica Opinión

En homenaje a los biólogos del Perú

Por: Blgo. César Ñique Carbajal
Docente del Departamento de Ciencias de la Salud USAT

El 27 de noviembre se conmemora el Día del Biólogo en nuestro país, fecha que fue oficializada mediante Decreto Ley N° 19364, publicado en el Diario Oficial El Peruano el 18 de abril de 1972, día en que fue fundado también el Colegio de Biólogos del Perú. Esta fecha nos recuerda la celebración en homenaje al Dr. Augusto Weberbauer destacado naturalista, científico y botánico docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, quien publico la obra: “El mundo vegetal de los Andes peruanos” obra de 776 páginas ilustradas, dedicada a la memoria de Antonio Raimondi. El motivo de dicha reunión no solo era agasajar al maestro, sino que también se disponía de un espacio y tiempo para recordar a destacados docentes, capacitarse en los logros y avances de las ciencias biológicas, homenajear a los discípulos sobresalientes, todo en un marco de unión y camaradería. (1)

Desde aquella ocasión, el profesional biólogo celebra el aporte de esta disciplina en los distintos escenarios de la vida y del propio ser humano en interrelación y dependencia con otros seres vivos que forman parte de nuestra biosfera, valorando el estudio a nivel químico-molecular, genético, citológico, microscópico, macroscópico, taxonómico y también interdisciplinar con las demás ciencias del saber universal, por ello es que se le considera la “ciencia madre”– ciencia básica, motor y sustento de la ciencia aplicada. En nuestro medio, esta labor tan amplia y extendida muchas veces es desconocida y poco valorada por la sociedad, sin embargo, hoy en día, la pluralidad y diversidad de las especialidades en Biología viene derribando el estereotipó del biólogo del siglo pasado, conocido como el naturalista, el explorador, el aventurero y apasionado por el hallazgo y descripción de nuevas especies de plantas o animales. La labor profesional del biólogo es muy variada y sin duda juega un rol protagónico en todos los ámbitos de la vida humana, animal y vegetal.

Este escenario del desempeño profesional del biólogo en nuestro país exige una reflexión en algunos aspectos del corpus o colegiado que aspira a ser una verdadera influencia sobre la búsqueda del bien común desde el aporte de las ciencias biológicas. Para fines de esta nota me limitare a dos: en primer lugar, como grupo de interés, el colegiado debe participar en la gestión académica de los programas de formación universitaria y de especialidad en ciencias biológicas con la finalidad de fortalecer el desempeño profesional, en aras de servir a la sociedad con toda sinceridad, probidad y energía al cumplir con nuestras responsabilidades, esto tendría que ser un ejercicio continuo debido al avance en ciencia y tecnología, con visión de futuro, trascendente y humanista; orientando y formulando buenos planes de estudio que tengan repercusión en indicadores de gestión, investigación e innovación, acorde con las prioridades y demandas que la sociedad y el ambiente reclama.

Y un segundo aspecto sobre el colegiado que quisiera incorporar es su participación en el organigrama del estado y sociedad. Si bien es cierto, una de las causas del desconocimiento de la diversidad profesional podría estar ocasionada por la pobre articulación entre las instituciones formadoras y los diversos estamentos del estado donde el biólogo es necesario, esta se traduce hoy en día en una oportunidad para que el corpus profesional gestione y lleve a cabo acciones estratégicas para la vinculación del biólogo; esta labor debe aprovecharse por el aporte de miles de colegas, muchos de ellos investigadores calificados y reconocidos que encontrándose en instituciones del extranjero viven de cerca el valor real que le merece la profesión en otros países y pueden servir de consejeros u consultores para la planificación y la autoevaluación de esta actividad en el corto plazo. Sin duda, esto exigirá del colegiado un verdadero compromiso para consigo mismo y para con los demás (un verdadero espíritu de cuerpo). Asimismo, esto tiene relación con lo anteriormente expuesto porque demandará un ejercicio basado en la meritocracia y en el respeto de quien verdaderamente podría abrir un camino de desarrollo profesional en nuevos ámbitos de la vida política y social, un ejemplo de lo mencionado es como durante la pandemia del Covid-19, se rescató la labor del biólogo molecular como profesional relevante para el diagnóstico y monitoreo no solo a nivel individual sino poblacional del agente etiológico. En consecuencia, hacer este ejercicio nos ayudaría a ver que otros escenarios están desatendidos o requieren de la labor del biólogo para aportar en su función.

Sin duda, hay muchos aspectos de la labor profesional del biólogo en nuestro país que deben ser materia de análisis, conversación y debate, tal como lo hacían en ocasión del homenaje que le retribuían un grupo de alumnos y colegas docentes al Dr. Weberbauer. Esto no debe perder vigencia, sino continuar con la reflexión ya que tenemos una gran responsabilidad de cara al futuro donde los indicadores de hambre y pobreza a nivel mundial no parecen ser muy alentadores. Por ejemplo, y ante la variabilidad de los nichos laborales del biólogo de hoy, su aporte es esencial, sin perder de vista su “mentalidad colectiva” en el entramado social que reclama articulación con otras profesiones para la resolución de los grandes problemas.

El biólogo, en este sentido, tiene un papel protagonista en la tarea de acercar a los hombres al mundo vivo, a lo que constituye su entorno natural y la comprensión de la condición humana, por ello, la sociedad recurre al biólogo para garantizar que sus relaciones con la naturaleza discurran por cauces adecuados, de modo que su dominio sobre los seres vivos sea racional, y gracias a la aplicación de su propio método experimental, no será capaz de abarcar y controlar todos los factores que concurren en el fenómeno que está estudiando, de este modo, comprende más fácilmente la importancia de la unidad, del todo, que -en el mundo de lo vivo- no es la mera suma de las partes, pudiendo establecer los límites de su debida actuación enmarcado como objeto de su estudio, procurando relacionar con otras variables e integrando datos, buscando relaciones con otros problemas, organismos o procesos paralelos. Por ello, es muy importante recordar que ser biólogo también requiere desarrollar ciertas virtudes que le acompañen en su quehacer profesional, que le brinde las capacidades para ser laborioso, dedicado, honesto, responsable, firme, desprendido, íntegro y que la finalidad de su trabajo sea siempre descubrir la verdad.

Feliz Dia Biólogo Peruano.

Aguilar Fernández PG. El Día del Biólogo y su significado en el desarrollo de las ciencias biológicas en el Perú. Rev peru biol [Internet]. 29 de diciembre de 2000 [citado 8 de noviembre de 2022];7(2):93-102. Disponible en:
https://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/rpb/article/view/6810


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