Impacto de las protestas nacionales en las empresas
Por: MBA. Marco Alvitez Monteza
Colaborador del IES USAT
Consultor, mentor y catedrático
Especialista en Gestión empresarial e innovación
Colaborador del IES USAT
Consultor, mentor y catedrático
Especialista en Gestión empresarial e innovación
Nuestro país está atravesando nuevamente una crisis multidimensional, lo cual involucra los niveles sociales, ambientales, económicos, políticos, y culturales. Lastimosamente, ya tienen varios años que continúan los problemas, y no tenemos esperanza de que terminen en un corto o mediano plazo; al contrario, da la sensación que cada vez empeorará la situación, perjudicando directamente a los ciudadanos a nivel nacional, y a las empresas de los diferentes tamaños y giros de negocio.El Pleno del Congreso de la República, declaró la incapacidad moral del presidente Pedro Castillo Terrones que llevó a su vacancia. A ello, se sumó su detención ejercida por la policía nacional, para ser investigado por rebelión al intentar dar un golpe de Estado. A raíz de estos sucesos desarrollados en el mes de diciembre del año pasado, los disturbios se agudizaron generando un impacto a nivel nacional.
Lamentablemente, hoy parecen algo habitual y cotidiano en el país las marchas y paros. De igual manera, el cierre de carreteras y toma de aeropuertos por personas que protestan contra el gobierno, sumado a la escasez de productos en algunas ciudades, o subida de precios de los alimentos, afectando la canasta básica familiar y el bolsillo de los más necesitados.
Todos estos problemas también repercuten en las empresas, principalmente, las relacionadas al sector turismo, agricultura, agroindustria, pesca y minería. Observamos que locales tienen que cerrar sus puertas por miedo al robo o destrozos de su mobiliario, dejando de vender sus productos y arriesgándose a que se malogren, venzan o pasen de temporada.
Del mismo modo, los indicadores financieros se ven vulnerados. Por ejemplo, la falta de ingresos modifica la rentabilidad planificada para el presente año. Además, disminuye la liquidez, que es necesaria para adquirir insumos y capital de trabajo para seguir operando. Por último, se pierde solvencia económica, que impacta en la valoración de las compañías al momento de solicitar un crédito.
Toda esta situación genera que el emprendedor se replantee los objetivos trazados en el plan estratégico del presente año, pues será difícil lograrlos con la disminución drástica en ventas, y sin poder atender en el horario habitual. Sumado a ello, parece que no hay fecha que culmine, pues cada día son más las ciudades perjudicadas por las protestas.
Según el ministro de Economía y Finanzas (MEF), Alex Contreras Miranda, los disturbios a nivel nacional están generando pérdidas entre 60 millones a 100 millones de soles diarios, influyendo en los ingresos de las familias y de los establecimientos. Asimismo, manifestó que habrá menos recursos para las regiones del país, pues al disminuir las exportaciones, se recauda menos impuesto a la renta y canon. Por su parte, la Cámara de Comercio de Lima (CCL), indica que las 10 zonas principalmente afectadas por las revueltas aportan casi el 30% del PBI nacional cada año y concentran el 26,3% del empleo formal.
Por lo tanto, esperemos que el gobierno llegue a un acuerdo con los manifestantes a la brevedad, con el propósito de encaminar nuevamente al país, pues de lo contrario seguirá disminuyendo la recaudación tributaria e incrementará el desempleo, ya que las empresas no podrán seguir pagando salarios a sus colaboradores por falta de ingresos.
