¿Cómo mejorar mi concentración en los estudios si estoy estresado?
Docente de la Escuela de Psicología USAT
Por otro lado, en grandes cantidades y por largo tiempo, puede ser perjudicial para la salud, la falta de energía o concentración es solo una de las señales que debemos considerar y buscar la manera de prevenir o caso contrario minimizar la manifestación.
En su mayoría –por no mencionar todas-, las personas no gustan de sentirse fatigadas, desmotivadas y, sobre todo, desconcentradas en sus tareas; tomando como referencia al estudiante, en cualquier etapa de su vida académica, una de las condiciones para continuar y salir airoso en sus estudios es estar apto física y emocionalmente en cada actividad que realiza.
A todo ello ¿qué significa concentrarse en los estudios?; ¿es no tener distractores externos y adoptar una actitud positiva cuando se desarrolla las tareas? La respuesta va encaminada a esa dirección. Asimismo, es necesario agregar otros detalles que ayuden a mejorar la concentración en los estudios cuando nos sentimos estresados. Al respecto, la docente de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (USAT), Dra. Marilia Cortez Vidal, recomienda lo siguiente:
- Comunicar: Cuando los pensamientos se encuentran “dando vueltas en la cabeza” se sugiere conversar con aquella persona significativa para nosotros, el comunicar brinda soporte emocional, ayudando a despejar la mente y aligerar la carga.
- Practicar ejercicios de relajación: Las principales bondades de realizar ejercicios de relajación son la reducción de los niveles de estrés, mejora la atención, el estado de ánimo, la calidad del sueño, así como reduce la ira y frustración, aspectos que si no se logran manejar dificultan el desarrollo saludable; el inhalar y exhalar aire, la visualización, meditación, relajación muscular, entre otros, son ejercicios que favorecen el equilibrio del organismo.
- Realizar pausas: Una misma actividad o tarea por largas horas puede saturar y por tanto disminuir la concentración y aumentar la fatiga, realizar una pausa a lo que se está realizando ayuda a liberar el peso que se tiene y cuando se retome la tarea, observaremos la solución que en un inicio se nos pasó por alto.
- Organizar el espacio de trabajo: Un espacio desordenado, con objetos alrededor, es un estímulo que impide la correcta concentración al estudiar y ello en paralelo genera ansiedad, por tanto, es recomendable realizar las labores en un ambiente limpio, ordenado y que no presente elementos que imposibiliten la visión. Si se está sobrecargado de múltiples tareas por realizar o preocupaciones, sumar un espacio saturado de estímulos, el nivel de concentración será bajo.
- Planificar: Evitar estudiar o realizar tareas en último momento, ya que el nivel de estrés será cada vez mayor, así como se verá perjudicada la concentración, lo cual genera el riesgo de no cumplir con lo propuesto, de manera que es necesario planificar el horario de trabajo.
- Felicitarse: Es recomendable felicitarse cada paso que se da en la vida estudiantil, desde la organización del tiempo hasta los cambios realizados a nivel personal. Aquellos aspectos que son trascendentales para nosotros, amerita reconocerlos y felicitarse por ello. Es de gran ayuda automotivarse para poder continuar, el estrés puede frenar esa motivación, sin embargo, darse cuenta de que “algo me frena” es sinónimo de que se necesita actuar para revertirlo.
Estrés, estresarse…, evitar mencionar la palabra repetidamente ya que por su misma connotación genera que la persona se active y no de manera positiva, si no que absorba solo los elementos negativos que giran a su alrededor, perjudicando los estudios. Recordar que es complejo, más no imposible disminuir el estrés, es recomendable entrenarse para poder combatirlo. ¡Actitud positiva!