Avances de la ciencia en bienestar de los matrimonios
Por: Dra. Celia Ysabel Palacios Alva
Los científicos desde épocas muy remotas siempre han contribuido con sus descubrimientos al progreso de la humanidad.
En los Estados unidos, hace algunos años se empezó a investigar sobre la determinación de biomarcadores, que son características de procesos normales o alteraciones en el ciclo menstrual de la mujer, a cargo del Dr. Tomás W. Hilgers, quien establece la “naprotecnología”, entendida como una evolución de la medicina ginecológica, de manera dinámica al sistematizar las observaciones del reconocimiento de la fertilidad, para ser abordada por la tecnología procreativa de forma natural.
Asimismo, tiene un gran beneficio para diagnosticar enfermedades patológicas en el varón, como establecer la cantidad, calidad y sobrevida de los espermatozoides, mientras que en la mujer se realiza la exploración del aparato reproductor con la visualización ecográfica y otros exámenes de laboratorio. Especialmente consiste en analizar la esterilidad de origen masculino y los ciclos de fertilidad de las mujeres.
Por otro lado, el Modelo de Creighton, que es parte de esta nueva técnica, ayuda a la mujer a comprender su sistema reproductivo de forma individualizada, el cual se basa en el estudio de los esposos Billings, donde se grafica los patrones de infertilidad y fertilidad. En otras palabras, consiste en estandarizar los registros del moco cervical durante el ciclo menstrual, con un mapeo específico de los cambios propios del cuerpo. Y esto se aplica en aquellas que tengan sangrados irregulares, flujo crónico, menstruaciones dolorosas, en lactancia, además, sirve para cualquier etapa reproductiva.
Es evidente que con esto se tiene más herramientas para tratar la causa de la infertilidad. Precisamente tiene un enfoque de no causar daño, el respeto de la fisiología reproductiva con una efectividad del 98.5%. A su vez, permite la comunicación entre los cónyuges, y el derecho de ejercer con libertad la fertilidad humana, en consecuencia, es una experiencia muy gratificante y no invasiva.
Este descubrimiento permite aplicar mejor el conocimiento tecnológico como la cirugía reconstructiva de la pelvis, estudios hormonales dirigidos con una serie de ultraecográficas para conocer el desempeño anatómico de la ovulación, lo cual se pone al servicio, como el regalo para que los cónyuges puedan concretar la bendición de ser padres por primera vez.
Por último, podríamos decir que la infertilidad, entendida como un trastorno para lograr un embarazo a término, ya tiene una posible solución menos agresiva y sofisticada, pero primero hay que afrontar esta situación con actitud positiva a pesar de la crisis vital que se vaya a experimentar, al generar graves sentimientos de fracaso, angustia, baja autoestima por las pérdidas. Es así que se aconseja buscar ayuda profesional para salvaguardar la salud física, psicológica y espiritual de los esposos.