¿Cómo asumir los retos de la pandemia con ayuda de la logoterapia?
Docente de Filosofía USAT / Consejero en logoterapia
Ahora bien, la logoterapia o cura desde el sentido, basada en una concepción plena de la persona humana, es un tipo de psicoterapia que partiendo desde lo espiritual, se dirige hacia lo espiritual de la persona; en consecuencia, como método de curación, se centra en movilizar los recursos del espíritu, para que, la persona pueda descubrir sus propósitos y active su voluntad de sentido para realizarlo.
Bajo esta mirada, recae la pregunta objeto de nuestra reflexión: ¿Cómo asumir los retos de la pandemia con ayuda de la logoterapia? A continuación trazaré algunas líneas fenomenológicas para la consideración y la actuación con sentido.
- Quien tiene un por qué y un para qué vivir, puede soportar cualquier cómo: las consecuencias inmediatas de la pandemia, en muchas personas sanas, que han cumplido con el confinamiento, empiezan a manifestarse: crisis de pánico, claustrofobia, angustia, ansiedad, depresión, sin sentido, etc. Ante esto, la logoterapia nos motiva a mantenernos ocupados, haciendo el bien, sin mirar a quién.
- Todo en la vida tiene un para qué: nos hemos preguntado ya ¿para qué ha ocurrido o viene ocurriendo esta situación concreta de la pandemia? ¿ya hemos encontrado la respuesta y hemos emprendido acciones concretas? ¿No será que la vida aún está en espera de tu respuesta para que termine la pandemia? No es el hombre quien ha de plantear la pregunta a la vida sobre el porqué de esta situación, sino más bien al revés; la vida es quien pregunta al hombre sobre el para qué y, este tiene que dar la respuesta desde lo personal. Esta respuesta o falta de ella, será única y exclusivamente una responsabilidad de cada quién.
- Somos libres para elegir y decidir, pero no estamos libres de condicionamientos, de pandemias, de calamidades, desastres naturales, enfermedades incurables, etc. Sin embargo, está en nosotros asumir una actitud trágica o esperanzadora frente a dichos acontecimientos. Esto nos lleva a afirmar, frente al COVID -19, que no estamos en guerra, sino ante una calamidad sanitaria. Que no nos perturben con pensamientos alarmistas, con informaciones distorsionadas, con comentarios infundados que atraviesan las redes sociales, que lo único que generan en las personas es miedo. El coronavirus no es un enemigo, ninguna forma de vida lo es.
- No estamos aislados ni encerrados sino resguardados: la libertad, esa capacidad propia que tenemos cada quien para elegir y decidir, es inviolable pero a la vez responsable. En consecuencia, seamos libres y responsables en la toma de decisiones frente a la pandemia.
- El distanciamiento físico no implica distanciamiento afectivo: El distanciamiento no debe significar un olvido o un desentendimiento de los seres amados, por el contrario, debe constituir oportunidad para imaginar, crear e inventar nuevas formas de comunicarnos y expresarles nuestros afectos.
- Todas las enfermedades son incurables, somos las personas las que nos curamos: esta afirmación constituye una verdad indiscutible, la logoterapia nos invita a pensar seriamente en esto y a asumir una actitud más optimista frente a la enfermedad desconocida que nos ha invadido hoy y, que dará trabajo por muchísimos años a científicos y médicos. Muchos moriremos a causa de esta o cualquier otra enfermedad. Vivir es convivir con la muerte.
- El momento en que estamos atravesando es crítico, pero cada crisis tiene su oportunidad. ¿Qué oportunidades honestas, buenas y llenas de sentido tenemos hoy para mejorar y desarrollarnos? Es una pregunta que no debemos dejar pasar por alto y nos invita a desplegar todo nuestro potencial personal, no de modo aislado sino tejiendo redes antropológicas con los demás. Somos seres autotrascendentes.
- Esta crisis sanitaria, se afronta con serenidad, con amorosidad y con creatividad: ¿Qué proceso creativo continuaremos cada uno de nosotros? ¿asumiremos que somos responsables de ello? ¿tomaremos conciencia que la vida está esperando las mejores respuestas de parte nuestra? ¿o seguiremos creyendo, como muchos, que lo que está pasando no tenemos responsabilidad alguna? Es la oportunidad para desarrollar las propias capacidades, de actuar desde el sentido, vivir desde la experiencia de la apertura y la relación existencial comunitaria.
En conclusión, ante los efectos de esta pandemia sanitaria, que está trascendiendo los ámbitos de la medicina, la psicología y la psiquiatría; la logoterapia puede ayudarnos de gran manera. Así lo dio a conocer Sandra Barbero, experta en logoterapia y tanatología, inspiradora de alguna de las ideas expuestas. El reto queda planteado.