Cómo implementar políticas de RSC en una empresa
Docente de la Escuela de Comunicación USAT
El más común es pensar que la RSC es un conjunto de estrategias de comunicación corporativa, imagen corporativa o marketing, y es que aunque las políticas de RSC bien aplicadas pueden mejorar estos aspectos de la empresa, en realidad deben ser aplicadas transversalmente a todas las áreas, direcciones y dependencias y no solo a algunas en particular.
Otro mito derivado del anterior, es que las políticas RSC dependen de la Dirección de Comunicación o Dirección de Marketing, pero si son políticas transversales a todas las áreas, en realidad la responsabilidad es primero de la Alta Dirección y luego de todas las direcciones de la empresa. La Dirección de Comunicación tendrá una responsabilidad muy grande, en la difusión de estas políticas, ya cuando estén implementadas.
Otra falacia es la de creer que la RSC solo es para las grandes empresas o a lo sumo las medianas, pero en realidad, sus políticas pueden aplicarse en cualquier empresa. Existen otros mitos más, pero esto son los que conducen a errores más graves.
Volviendo a nuestro tema, en realidad la Responsabilidad Social Corporativa se asienta en tres pilares que son: el económico financiero, el social y el de medio ambiente. La mayor parte de las empresas cumple con el primero, lo que equivale a ser rentable, requisito fundamental para que una empresa siga funcionando, mientras que los otros dos son algo más complicados.
El aspecto social nos habla de tener buenas relaciones con todos los stakeholders, pero ojo no solo los externos, sino también los internos, público que muchas veces es olvidado por las empresas. También se ha dado casos de empresas que incluso han ganado premios de buenas prácticas RSC, pero no responden reclamos de sus clientes, basta con ver los comentarios que aparecen en sus redes sociales.
Finalmente está el aspecto medio ambiental, de desarrollo sostenible. Algunas empresas pueden creer que no les toca porque no son industrias, ni menos industrias contaminantes, pero en realidad todas las empresas, de industrias o servicios, grandes o pequeñas siempre podrán hacer algo para mejorar su relación con el medio ambiente: basta por ejemplo mejorar el cableado eléctrico o la iluminación (que no sea necesario prender las luces de día, por ejemplo) para utilizar menos energía y de esta manera mejorar su huella de carbono.
Una vez aclarados estos temas, es el momento de empezar con la implementación de las políticas, como en muchos otros casos, el paso inicial debe ser el contar con información que nos diga cómo estamos, cuál es el punto de partida, por ello es indispensable realizar un diagnóstico.
No importa si la empresa nunca ha hecho nada relacionado con la Responsabilidad Social Corporativa, el diagnóstico nos servirá para ver justamente qué es lo que no saben y qué tanto debemos trabajar para el inicio del a implementación.
Luego de analizar la información obtenida debemos decidir porqué área debemos empezar y qué acciones debemos tomar con ellos. Sin embargo, no debemos olvidar que la Responsabilidad Social Corporativa debe implementarse en todas las áreas de la empresa, no debe quedar ninguna área sin que implemente sus políticas, aunque debemos empezar con las más prioritarias.
Una vez que ya se empiecen a implementar esas acciones, es muy importante ir planteando indicadores de gestión, que nos señalen claramente si las acciones que estamos implementando se están o no cumpliendo. Además de un cronograma con las fechas claras, para que ninguna acción se retrase.
Si no tenemos experiencia en RSC lo mejor sería asociarnos con una consultoría que nos ayude a implementar estas políticas.
Una vez que ya estén implementadas las políticas, es importante darlos a conocer a todos los públicos, tarea en la que, como ya mencionamos, tiene mucho que ver la Dirección de Comunicación. Luego hay que hacer un monitoreo y evaluaciones para saber qué se está cumpliendo y qué no, y obviamente hacer un plan de mejora.
Finalmente, y dentro del punto anterior, hay que tomar mucho en cuenta los detalles: se ha dado casos de empresas incluso premiadas por sus prácticas de RSC, que tiene gastos enormes de energía eléctrica u otras que tratan mal a sus colaboradores negándoles derechos u otras empresas que ni siquiera son capaces de responder adecuadamente a los reclamos de sus clientes y esto es fácilmente comprobable en el mundo de hoy, mediante las redes sociales.
Si nos descuidamos en eso de nada sirve haber hecho una excelente implementación de políticas RSC, porque todo eso se verá como un simple “lavado de cara”.