¿Cómo lograr la reconciliación nacional?
Docente de la Escuela de Psicología USAT
Aunque la palabra reconciliación es un término complejo que involucraría varios aspectos, a la persona le podría generar dificultades señalar: “olvidemos lo ocurrido, hagamos las paces”, más si el evento o circunstancia causó daño.
Con el transcurso del tiempo, los grupos sociales se encuentran predispuestos a enfrentar los cambios que el tiempo y las circunstancias ofrecen, han tenido que hacer frente a conflictos, violencia de todo tipo reaccionando con cada evento transcurrido y con ello dejando huella, en algunos casos grietas, que han marcado el proceder de cada grupo y persona como tal en el futuro.
Gozar de armonía social en donde cada persona cuente con una elevada conciencia de la responsabilidad de su actuar, además de capacidad para el manejo de conflictos donde el diálogo sea la herramienta principal, es sin duda una ruta ideal, la misma que ayudaría a mitigar las secuelas de los conflictos y manejarlos cuando acontezcan.
Es necesario promover desde el quehacer diario, reflexiones que permitan adoptar mecanismos de superación y afronte ante la violencia, conflictos internos y externos. Cuando nos detenemos a observar lo que acontece hoy en día en nuestra nación, nos genera la siguiente pregunta: ¿cómo lograr la reconciliación nacional?
Es posible lograr la reconciliación nacional y un primer paso es centrarse en cambios del pensamiento y actitudes, de modo que la reconciliación al estar relacionada a restablecer la concordancia y amistad entre dos o más partes, que inicialmente estuvieron apartadas o enemistadas, permitirá restaurar la confianza y desarrollar relaciones que motiven un proyecto de vida y sentido de pertenencia, propiciando la paz.
En el camino al logro de la reconciliación, es necesario aprender de la experiencia personal del perdón, a partir de ella, se podrá dar significado a los valores, al manejo emocional, la empatía y valoración de la diferencia, el diálogo y respeto; cuyo resultado se verá reflejado en todas las áreas de la persona y sobre todo en su capacidad para relacionarse satisfactoriamente.
El perdón es una transformación emocional; es buscar recordar sin dolor y tener una nueva perspectiva de lo ocurrido, claro está asumir la responsabilidad de lo que se siente y crear una realidad positiva. Aprender a reconocer y manejar las emociones es uno de los retos más importantes de la vida de la persona, ya que es complejo decir y expresar lo que se siente sin ofender a los demás o confrontar sin somatizar.
Comprender las diferencias de los demás, sin esperar a que sean un reflejo de nosotros, es parte de la convivencia, de ahí que el diálogo, más que un intercambio de opinión o de ganar en función a una postura, es ganar realizando un correcto diálogo, ya que lo que se espera es ir más allá de lo que individualmente conocemos, es alcanzar la comprensión de los demás como grupo social.
¿Qué tan difícil es perdonar y lograr la reconciliación nacional? El perdonar es un proceso que demanda paciencia y reconocimiento, la memoria juega un papel importante en este proceso introspectivo ya que una ofensa es difícil de olvidar, quedando impregnada en nuestra memoria y utilizada cada vez que sea necesaria. El cambio radica en otorgarle un nuevo significado, recobrar la seguridad de la persona, despejándose del rencor, potenciando sus relaciones y proyectando su perspectiva sobre la vida.
Alcanzar el perdón, dará cabida a la reconciliación. Apelando a la memoria, es necesario que a partir de este momento se llegue a memorizar lo siguiente: el perdón tiene dos bondades, la primera, la justicia se restaura y la segunda, la compasión se fortalece.