¿Cómo potenciar nuestras habilidades blandas desde casa?
Por: Marilia Cortez Vidal
Docente de la Escuela de Psicología USAT
Docente de la Escuela de Psicología USAT
En el transcurso de la vida, la persona ha ido adquiriendo conocimientos, destrezas, fortalecimiento de competencias y otras características que en conjunto le han brindado capacidades para desenvolverse en diversas áreas ya sea: personal, familiar, laboral o social.
El desempeñarse en un trabajo, implica poner en práctica lo adquirido proveniente de la escuela, observación o experiencia, “absorbiendo” todas las estrategias y destrezas para realizar una buena obra. Sin embargo, desempeñarse en un área específica debe estar relacionado con nuestras características personales, aquellos aspectos “no cognitivos” que impulsan a la persona a desarrollarse eficazmente.
Particularidades que nos diferencian de los demás, características que nos permiten relacionarnos eficazmente y lograr vínculos óptimos, se denominan habilidades blandas. Fomentar estas habilidades será el punto de partida para alcanzar el bienestar tanto personal como social.
Las habilidades blandas pueden ser aprendidas o desarrolladas desde muy temprana edad y se potenciarán o fortalecerán en el transcurso de la vida. No obstante, aprenderlas es sinónimo de proceso, donde el ensayo y error es puesto en marcha. Toma su tiempo en desplegar una habilidad, por eso la experiencia también jugará un papel importante en este aprendizaje.
Asimismo el ser complejas de cuantificar, dada la subjetividad que las caracterizan; la medición radica en evidenciar la forma de cómo la persona logra relacionarse e interactuar con otras.
Actualmente permanecer en casa se ha convertido en un espacio donde la persona debe destinarlo para desempeñar múltiples actividades, este espacio puede verse como una oportunidad para adiestrar o desarrollar habilidades que le ayudarán en su día a día y por ende le permitirá desenvolverse mejor en distintos ámbitos.
La respuesta a la interrogante de cómo potenciar nuestras habilidades blandas desde casa, constituye en observar qué características personales nos hacen diferentes a los demás y que ayuden a responder positivamente a eventos procedentes de los diversos campos donde nos desempeñemos; o caso contrario qué aptitudes y actitudes relacionadas a la personalidad nos gustaría fortalecer.
Para ello, es necesario el aprendizaje, de manera que surgen algunas etapas a considerar:
- Identificación, en algunos casos, la persona ignora o no ha logrado distinguir sus habilidades, ya que no hubo eventos que la motivaran a utilizar sus capacidades, por tanto, no conoce “momentáneamente”, cuál podría ser su respuesta o reacción ante una determinada circunstancia. Lo interesante de esta primera etapa es plantearse retos que motiven la búsqueda de soluciones, evaluar alternativas y las posibles consecuencias, del mismo modo es importante expresar las emociones; como por ejemplo trabajar sobre los miedos y propias necesidades.
- Darse cuenta, en esta etapa la persona reconoce que está preparada para continuar aprendiendo. Como todo aprendizaje, en el camino puede surgir desaliento en conectar con una habilidad; por ejemplo, escuchar activamente. En algunos casos no se aprendió a escuchar a los demás, de manera que es importante empezar por quienes están en nuestro entorno más cercano, partiendo de ello se dará la retroalimentación necesaria; y de esa forma cultivaremos la empatía.
- Practicar, a medida que vamos adquiriendo habilidades blandas, también es preciso extraer experiencias y para ello demandará prestar atención a todo lo novedoso que pueda surgir a nuestro alrededor y poner en práctica lo que hemos aprendido en el transcurso de las etapas anteriores a fin de afianzar nuestras habilidades, para ello trasladar lo aprendido a otras circunstancias similares sería un buen ejemplo de lo desarrollado hasta el momento.
- Habilidad instalada, la habilidad se convierte en parte de nosotros; reflejar empatía, motivar e inspirar a los demás, escuchar activamente, autoevaluarse cuando es necesario, ser capaz de contactar con nuestras emociones y exteriorizarlas adecuadamente, afrontar y salir victorioso ante algún impasse, son solo algunas habilidades blandas que permitirán a la persona convivir consigo misma y con los demás positivamente.
Recordar que los conocimientos adquiridos, los cuales nos ayudan a desempeñarnos en nuestras tareas diarias, por sí solos no actuarán si no se cuenta con habilidades personales, las mismas que serán portadoras de bienestar y predisposición para la solución de problemas, gestionar positivamente nuestras emociones y adaptarse satisfactoriamente en nuestro día a día.
