Constitución Política: Reflejo del cambio de timonel en las economías
Director de la Escuela de Economía USAT
Que sucesos tan coincidentes estimado lector. En 1993, 60 años después, al otro lado del charco con casi 10 mil Km. de distancia, en un país emergente y próspero nace una nueva Constitución Política (C93) en similares condiciones y que, para muchos, la mejor después de aquella Constitución Política del 1979 (C79), con un capítulo económico donde se coloca economía nacional, para luego cambiarse a economía social de mercado. Pero ¿cuáles son las implicancias de contar con un capítulo de esta índole?
Refresquemos la memoria. Tomemos como referencia 30 años antes (1963 y 1993 aproximadamente) de la C93 como una primera etapa y 30 años después (1993 y 2023) como una segunda etapa. Según los datos del Banco Central de Reserva, en la primera etapa, el Perú crece económicamente en promedio anual 1.9%. En la segunda etapa, crece en promedio anual 3.8%. El doble sin lugar a duda pese a que los últimos años se tienen ciertos atisbos de recesión económica definidas por algunos expertos en la materia. Por ello, se considera un primer gol para la C93. Mientras que, por el lado de la inflación, en la primera etapa, el Perú sufre una subida considerable de precios con un promedio anual de 465%, principalmente en los últimos años de los 80s. Por el contrario, en la segunda etapa es 5.3% en promedio anual, ochenta y siete veces menor que la primera. Aplausos para el Banco Central y segundo gol para la C93.
En el lado externo, un tipo de cambio real multilateral que refleja la competitividad global de la economía se ubica en la primera etapa con –0.4%; mientras que en la segunda etapa 1.1%, más del triple y donde claramente gana el Perú frente a sus competidores más cercanos, siendo el tercer gol de la C93. Respecto a la balanza comercial, que refleja las exportaciones menos las importaciones, en la primera etapa se coloca en promedio anual con 1.2% como porcentaje del PBI; y en la segunda etapa alcanza 1.8%. Ello demuestra que somos una economía que, pese a que la minería es uno de los principales sectores exportadores, genera muchas divisas, presionando a la baja al tipo de cambio y aumentando nuestro blindaje financiero que son las reservas internacionales netas. Cuarto gol para la C93.
Desde el lado fiscal, el resultado económico que representa la diferencia entre ingresos y gastos, que si es negativo hay mayores gastos que ingresos (déficit fiscal) y si es positivo los ingresos superan a los gastos (superávit fiscal), en la primera etapa se genera un déficit fiscal promedio de 6.6%; y en la segunda etapa un déficit fiscal de 1.2%. Sin embargo, debe acotarse que siempre el Perú vive en déficit fiscal, lo que no se traduce en un bienestar económico, pero que denota franca reducción. Quinto gol para la C93. Por último y no menos importante, la inversión pública. En la primera etapa se posiciona con un 6.3% del PBI y en la segunda etapa con 4.4%. Aquí el análisis debe tomarse con pinzas de cirujano dado que la inversión pública es saludable mientras que no arrincone a la inversión privada. Contar con una inversión pública que esté controlada hacia la baja, es mejor considerando que en esta segunda etapa el Perú muestra un crecimiento formidable. Por lo que hay un sexto gol de la C93.
Es así, que antes los futuros comicios y donde los bienaventurados competidores políticos desean alcanzar el asiento de Pizarro, encienden sus motores con aquella alegoría que conquiste los votos populares. Pero, no se deje engañar estimado lector. Las cifras son muy claras, donde la libertad y el progreso sean los mejores aliados para la economía, ahí es. Tras estos goles, ¿por quién votaría?