Convivencia familiar saludable durante la pandemia
Por: Marilia Cortez Vidal
Docente de la Escuela de Psicología USAT
Producto de las medidas adoptadas por el gobierno en respuesta a la crisis sanitaria, COVID 19, se tuvo que implementar el teletrabajo, suspensión de actividades escolares para dar paso a una enseñanza virtual; estos cambios conllevaron a que el hogar se convierta inesperadamente en el principal espacio para proponer, desarrollar y cumplir las demandas impuestas, procurando satisfacer las necesidades de sus miembros.
La familia como grupo social tiene la oportunidad que, ante la presencia de una situación de crisis, sea capaz de brindar una respuesta adaptativa y si cuenta con adecuados recursos, tales como comunicación, confianza, empatía, amor, entre otros; pueda reestructurar o en algunos casos mantener sus rutinas e interacciones con la finalidad que en su conjunto logre afrontar los eventos estresantes y como familia se fortalezca. Toda respuesta adaptativa por parte de la familia, significará haber alcanzado la autoestima familiar y por ende una buena y saludable convivencia.
De ahí que es importante resaltar que el sistema familiar cumple la tarea de hacer frente a esta crisis; el contacto que se tenía con compañeros de trabajo, universidad, amigos y otros familiares se ha cortado drásticamente, dando paso a mantener una comunicación virtual con los mismos y recobrar como primer y único grupo de contacto directo a la familia.
Tener en cuenta que el convivir en familia en estos tiempos, se ha caracterizado por estar diariamente conectados con información destinada a la enfermedad, generando comentarios que puedan suscitarse en función a esta, así como disponer de medidas de higiene entre la familia, realizar seguimiento del estado de salud de sus miembros y los de fuera de su entorno principal; ello significaría que la enfermedad es el tema central cuando la familia se reúne y realiza un balance de los hechos y acontecimientos desde el primer día de su convivencia hasta la fecha.
¿Cómo convivir saludablemente en familia en estos tiempos de pandemia?, el evento ha generado crisis en el sistema familiar, es considerado un agente extraño que ha ingresado intempestivamente a la familia, desestabilizando y deteriorando en algunos casos sus relaciones; de modo que gestionar inadecuadamente las herramientas, producirá estos cambios, aumentando la crisis de no saber cómo afrontar.
El convivir saludablemente en familia, es tomar conciencia, en primer lugar, que es “natural”, encontrarse en un estado inicial de negación, encontrarse en shock. Por tanto, el reto de la familia es trabajar a través de la comunicación, señalando positivamente las acciones o pensamientos que consideramos inadecuados: “Entiendo lo que quieres decir…”.
Cuando la resistencia o la negación son superadas, el siguiente paso es tener la oportunidad del cambio, de manera que se requiere que la familia transmita ideas o comportamientos positivos, con la finalidad que los miembros se puedan conducir adaptativamente, es importante delimitar y organizar las tareas en familia, por ejemplo, realizar pequeñas reuniones para la planificación del día, establecer prioridades, mantener rutinas y hábitos saludables (alimentación, sueño, ocio, etc.), descansar en tiempos prudenciales no extralimitarse en actividades físicas y/o mentales, saber cuándo “hacer un alto”. Tener en cuenta que las actividades o tareas que se realicen, deberán ser realistas y alcanzables.
Se recalca que, organizando las tareas, aún se debe continuar con la comunicación detectando situaciones donde los miembros se sienten incómodos en la realización de una actividad, detectar emociones en el transcurso y negociar. En familias con hijos, es importante la actitud positiva de los padres, manteniendo la disciplina y afecto.
La comunicación, permitirá que los integrantes de la familia, se sientan cómodos al hablar, practicar la empatía y no caer en descalificaciones de otras ideas o sentimientos, sobretodo no interrumpir el discurso de los familiares. Propiciar que lo que se quiera transmitir sea claro, evitando brindar mensajes contradictorios dificultando el verdadero significado de lo que se desea expresar.
Recordar observar a la crisis como una oportunidad para el crecimiento familiar; recordar compartir tiempo, tener la ocasión de cuidarse entre sí, conocerse mejor, serán pautas fundamentales para convivir saludable y positivamente en familia.