COVID-19: Libertad del planeta
Coordinador Ambiental de la USAT
Hoy en día producto del aislamiento social y la suspensión de las actividades en distintos sectores de producción (Ej. cierre de fábricas); así como también, las restricciones de viajes nacionales e internacionales en los diferentes países donde han sido vulnerados atrozmente por este virus; tal es el caso de China e Italia, se ha traducido en una reducción sustancial en el consumo de combustibles fósiles. Y eso ha producido una caída de al menos un 25% en sus emisiones de dióxido de carbono, según cálculos de Lauri Myllyvirta, del Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA), con sede en Estados Unidos.
Lo cierto es que, la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EE.UU.) a través de su aplicativo web reportó más de 721 817 casos confirmados de personas infectadas y más de 33 968 muertes, entre un conjunto de 176 países como consecuencia de la propagación del coronavirus (COVID-19); siendo que, la mayor cantidad de casos reportados son en los Estados Unidos seguido de Italia y China.
Lo curioso es que tanto EE.UU y China, aparte de ser los primeros en listar los países con mayor cantidad de casos confirmados, son también las naciones que encabezaron el ranking de países industrializados que más aportaron en la emisión de CO2 (Dióxido de Carbono) según la Global Carbon Atlas en el 2018; señalando además que las emisiones de CO2 a nivel mundial fueron de 36.573 Mt (megatoneladas) para ese año.
Una de las consecuencias insospechadas de las medidas de aislamiento que muchos países vienen implementando, es la mejora en la calidad de aire; puesto que, según la Agencia Espacial Europea, el Dióxido de nitrógeno (NO2) ha presentado un descenso en sus concentraciones sobre varias grandes ciudades de toda Europa, incluidas Madrid, París y Roma. Esta publicación está basada en las imágenes captadas por el satélite Sentinel-5P de Copernicus entre el 14 y el 25 de marzo de 2020 en comparación con la concentración media mensual de marzo de 2019.
En nuestro país, en marzo del 2018, las mediciones realizadas por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) arrojaban más de 30 µg/m3 (valores para medir PM 2,5) pese a que el promedio que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) es 10 µg/m³. Este año, luego del aislamiento social, se registró 4 µg/m3 el viernes 20 de marzo y 6 µg/m3 el martes 23.
Asimismo, la diversidad biológica de nuestro país también se ha manifestado, el director general de Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente (Minam), José Álvarez Alonso, en una publicación del diario El Comercio explicó que “la naturaleza está recuperando espacios que el ser humano le había arrebatado, siendo un buen indicador de la capacidad de resiliencia que tiene la vida silvestre; asimismo, indicó que otro factor que contribuye a la mayor presencia de aves en esta zona de la capital es la disminución de las labores de pesca; toda vez que, los peces se han acercado más a la costa porque no hay una explotación intensa de este recurso. Por eso las aves, lobos marinos o incluso delfines también llegan a zonas donde antes no se aproximaban”.
Es por ello, que cuando superemos esta crisis sanitaria sepamos vivir en armonía y pleno respeto con nuestro planeta tierra, comprendiendo que la especie humana no es el único ser que tiene derecho de disfrutarla