Cultivando la amistad en tiempos de pandemia
Docente de la Escuela de Psicología USAT
La amistad no debe ser medida por el número de amigos que se enlistan en nuestros contactos o redes sociales, la amistad debe ser medida por la calidad de ese número. A medida que nuestra historia de vida se ha ido escribiendo, en cada etapa que hemos caminado, hemos encontrado personas que cuentan con características que son dignas de resaltar. Según las etapas de la vida, la amistad ha tenido diversas manifestaciones y particularidades; por ejemplo, es diferente la amistad en el jardín de niños y la amistad en la adolescencia.
El concepto de amistad hace referencia al vínculo que se tiene con otras personas, pero ese vínculo debe ser recíproco, es un lazo social que refuerza la identidad. Tiene como base valores como: confianza, lealtad, amor, generosidad, incondicionalidad, sinceridad y compromiso; se desarrolla sobre un sentimiento desinteresado y aparece espontáneamente. Asimismo, una amistad es sincera cuando la persona da todo de sí sin esperar nada a cambio, aunque es necesario que el interés, la predisposición, la continuidad y el vínculo sean mutuos.
Los beneficios de la amistad están dirigidos a brindar un sentimiento de pertenencia, así como reducir el estrés y llevar mejor las vicisitudes de la vida, de igual modo fomentar el bienestar emocional.
En estos tiempos de pandemia la importancia de estos vínculos se ha puesto en evidencia, la forma de cómo vincularnos con otras personas se ha visto transformada, dado que las relaciones amicales han pasado a un plano virtual y ha conllevado, en algunos casos, que surja malestares en cuanto a la salud mental.
La distancia que surge hoy en día por causa de la pandemia ha motivado a reflexionar la importancia de los lazos sociales, el contacto que se tenía antes de ella se ha modificado, sin embargo no debe verse influenciado negativamente por la pandemia, al contrario debe reconocerse que en estos tiempos la modalidad de cercanía tiene que verse reflejada por lazos afectivos y subjetivos, más que por el contacto físico.
A pesar que los encuentros con amigos sean de manera virtual, no se debe minimizar la esencia de las relaciones sociales, es importante construir espacios seguros en los que se pueda encontrar confianza para hablar de cómo nos sentimos.
Debemos rescatar el lado positivo de todo evento estresante, la pandemia no puede perjudicar el concepto de amistad, al contrario debe permitir nuevas formas de interactuar con los demás, es recomendable recordar que cuando depositamos confianza y respeto a aquellas personas significativas, la amistad se fortalece; ya que está orientada a cultivar cariño y afecto, compartir convicciones y proyectos.
Es necesario enfatizar que el ser empáticos y comprender que lo que se comente o publique en las redes sociales puede generar consecuencias tanto en uno mismo como en los demás, de ahí que respetando la opinión del otro y ayudándose en momentos difíciles, son condiciones donde la amistad crece y es significativa, sobre todo en esta época que nos ha tocado vivir. No olvidar que cultivando la amistad, también se cultiva el amor por uno mismo.