Desafíos de la Educación médica en época de pandemia
Docente de la Escuela de Medicina USAT
En esta crisis mundial la educación no está fuera de su alcance y en muy corto tiempo las instituciones educativas recurrieron a la educación remota; si bien es cierto que este tipo de educación comenzaba a posicionarse lentamente como una buena alternativa educativa, esta transición a crecido ahora a gran velocidad sin poder pronosticar que resultados se van a obtener. A pesar de ello, debemos aprovechar esta circunstancia y mirarla como una gran oportunidad para renovar la educación en nuestro país.
La educación médica tampoco es inmune a los abruptos cambios que nos trajo la pandemia y quizás sea una de las más afectadas, pues el impacto que está produciendo en el corazón de la misma no tiene precedentes; los docentes médicos ya no pueden enseñar junto a los pacientes, los estudiantes ya no pueden siquiera ingresar a las instituciones de salud, la oportunidad de la enseñanza en servicio se ha perdido, los efectos aun no pueden ser evaluados, pero definitivamente no serán los mejores.
Las facultades de medicina se han visto obligadas a realizar grandes esfuerzos para adoptar planes de contingencia sobre la marcha y adaptarse a las nuevas modalidades educativas a distancia, para ello se tienen que articular esfuerzos entre estudiantes y escuelas de medicina para aprovechar la oportunidad de la virtualidad, tratando de no perder la calidad de la educación médica. La propuesta está en garantizar su continuidad, pero con innovación y transparencia para alcanzar las competencias en los estudiantes.
La educación médica virtual mediada por la tecnología constituye una herramienta valiosa que contribuye a enriquecer y fortalecer los procesos educativos comportándose como elementos complementarios, mas no pueden sustituir a la presencialidad, a la relación con los pacientes en la práctica hospitalaria, este es un aspecto único e irremplazable de la educación clínica y quirúrgica. Por lo tanto, los educadores médicos deben ser creativos para ofrecer alternativas que sean significativas; si bien es cierto, no podemos disponer de pacientes virtuales, pero podemos aprovechar otras alternativas con el apoyo de tecnología moderna y recursos disponibles que ofrezca la universidad en su gestión intra e interinstitucional de preferencia internacional.
La pandemia ha llevado a los docentes médicos a adquirir habilidades en el uso de recursos informáticos para enseñar y conocer de manera virtual a los alumnos como nunca antes. No basta la voluntad y creatividad para alcanzar objetivos educacionales, sino es prudente preguntarse cómo preparar a los docentes ante las necesidades actuales de la educación médica y plantear sobre la marcha capacitaciones virtuales permanentes. El desafío no solo es de los maestros en adaptar su rol en la transmisión de sus conocimientos y el amor al saber, sino también de los estudiantes para que sean capaces de comprender esta nueva realidad y aceptarla. En este sentido, es importante desatacar lo señalado por el Dr. Mario Róvere ex Viceministro de Salud de Argentina: “Esta pandemia inédita, de proporciones descomunales y llena de incógnitas, ha puesto en cuestión todas las certezas médicas, lo cual exige a los estudiantes de medicina convertirse cada vez más en más sujetos activos en busca de conocimientos para lograr las nuevas competencias que demandan los servicios de salud”.