Deuda soberana peruana y sus innovaciones al 2024
Docente Escuela de Economía USAT
El asunto es no menor, de los más de 180 mil millones de soles de deuda peruana emitida en bonos, un 54% a enero 2021, está en poder de tenedores extranjeros, participación que se ha duplicado en los últimos 5 años. Esto es producto del optimismo que se tiene aún por la deuda peruana, reflejado en las tasas bajas sobre el promedio de nuestros mercados, lo que bien podría ser lo que algunos llaman: una tasa libre de riesgo en LATAM. Así Perú ofrece un retorno de 2.39% a 5 años de vencimiento, por debajo de Brasil o México. A mediano plazo (alrededor de 10 años), la tasa peruana es de 1.86% por debajo de Chile, Colombia, México y otros en la región. Mientras que nuestra tasa en bonos a más de 40 años está en 2.83% también por debajo de otros emisores latinoamericanos.
Otra estrategia a implementar es la creación de un ETF del tesoro peruano, poniendo nuestra deuda en el nivel de otras emisiones internacionales, el uso de este ETF permitirá ganar más liquidez en la bolsa local (algo que la BVL agradecerá mucho) y además, permite seguir al indicador, como benchmark de emisiones del mercado peruano.
Este ETF sería muy exitoso en el mercado local, dos evidencias concretas lo respaldan. Primero, que los bonos de deuda globales del tesoro peruano (en otras monedas) han crecido dos veces en los últimos 10 años (de 9.3 a 18.6 mil millones), mientras que los bonos soberanos soles han crecido 5 veces en ese mismo lapso, pasando de 26.9 mil millones a 124.4 mil millones de soles.
Estas emisiones soberanas, además son tremendamente líquidas, puesto que su volumen negociado en el mercado secundario, pasó de una media de 2,818 millones de soles por mes en el año 2012 a 26,329 millones de soles mensuales en el año 2020, tremendo crecimiento debido a la emisión de bonos en moneda doméstica y además pasibles de ser negociados en el mercado global mediante el Euroclear.
Para que se tenga una idea del impacto del mercado de deuda soberana local, señalamos que la BVL, tuvo un promedio mensual de 1,733 millones de soles negociados en el año 2020. Muy por debajo de las compras de deuda soberana, de modo que el ETF sería un enorme apoyo en un mercado de capitales peruano, de por sí pequeño. En ese sentido, el anuncio mediante estas normas aprobadas por el MEF, de tener un programa de préstamo de valores es también un aliciente importante para la liquidez de los mercados secundarios.
Otro aspecto de la estrategia son los bonos sociales (en algunos casos verdes como especificaba la resolución del 2020), estos bonos se relacionan con indicadores de logros en inversiones desarrolladas por el estado, que típicamente se dirigen a mejoras sociales. Cartillier y Prado (2020) señalan que el éxito de estas emisiones se relacionan principalmente con 5 aspectos: delimitar usuarios desfavorecidos o en pobreza; establecer claramente el destino de esos fondos en inversiones que cambien la vida de esos usuarios (el impacto deseado o esperado medible concretamente); tener una clara medida del punto de partida, déficit o brecha que se pretende cerrar (el indicador de logro o clave, específico a la inversión); delimitar el administrador, con objetivos específicos, de esos fondos y finalmente, que estén garantizados por alguna entidad de corte multilateral, que permita que los bonos tengan clasificación de riesgo aceptada por los inversores globales (calificación AAA o el respectivo grado de inversión) y además, ello permitiría reducir aun más las tasas de interés de las emisiones de deuda.
No parece algo muy difícil de diseñar, pero en un país donde las metas presupuestales difícilmente se cumplen (incluso cuando las graves crisis demandan acción rápida) y donde las inversiones públicas naufragan en medio de la burocracia, la desidia, la inacción, miedo a hacer o en el peor de los casos: la corrupción; emitir estos bonos puede ser un abierto desafío de gestión pública.
El desafío es mayor si los cupones de los bonos se asocian con metas anuales de cierre de brechas, por ejemplo: tasas de acceso al saneamiento, agua, reforestación o incluso aprendizajes o coberturas escolares. Pero a pesar de las dificultades, estos bonos obligarían al estado a mejorar su desempeño, puesto que no cumplir lo prometido, elevaría las primas pagadas, el riesgo o el costo del cupón de la emisión, por tanto este proceso financiero es bienvenido y esperamos pase de la normativa a la acción.
Asimismo la normativa aprobada, abre la puerta al uso de derivados financieros para mitigar el riesgo interés o riesgo tasa de cambio de la deuda soberana, principalmente en materia del servicio de deuda, que responde a las estrategias de salida y entrada al mercado (esto es nuevas emisiones y liquidaciones) y a la moneda en que se pactan los cupones o liquidaciones.
El uso de derivados es aún un mercado institucional en Perú (forwards entre bancos o swaps con el BCRP) o un mercado privado ligado a las operaciones de comercio exterior. Que los bonos soberanos, sean un subyacente para instrumentos derivados, es probablemente el mayor espaldarazo para poder iniciar un mercado secundario de derivados estandarizado que hoy en el Perú aún no existe, pero ya tiene buenas bases para su inicio, lo cual queda evidenciado antes, por la amplia liquidez del mercado de deuda en la última década, no solo en soles.
La presencia de derivados, por ejemplo futuros sobre tasas (usando activamente los forward rate como elemento de análisis) tiene implicancias importantes sobre la liquidez y la eficiencia del mercado. Por ejemplo, tasas a largo plazo respecto a las de corto con tasas forward algo distintas en tendencia (o valor) a las que se transan en el mercado de futuros de tasas, podría incentivar la entrada de nuevos inversores especuladores o en cobertura, que reorienten el comportamiento del interés de la deuda, logrando el gobierno un menor costo de financiamiento y mayores volúmenes negociados, lo cual beneficia a todo el mercado.
Todas las estrategias previas, no pueden ser aisladas, el mercado de derivados de deuda soberana no puede ser de alta liquidez sin un ETF guía como subyacente o al menos como ponderador de los subyacentes en tramos. De igual modo los préstamos de valores a corto plazo, pueden crear una curva de rendimiento para extraer los forwards rates de corto plazo, necesarios para diseñar o ligar el derivado de corto, ya que emisiones de medio plazo y largas existen, además colocar deuda en más mercados globales liquidando en cualquiera de ellos, como es usar Euroclear, permite más actores para profundizar un mercado, y más clientes dispuestos a comprar un bono social.
La credibilidad del estado o de cada gobierno, para el logro de estas normativas estratégicas es fundamental, puesto que los excesivos endeudamientos sobre todo, en aspectos poco favorables a la productividad de la economía, simplemente harán que cualquier estrategia planeada sea solo letra muerta (sería muy caro tener derivados de deudas excesivamente riesgosas por ejemplo, dado que exigirían mayores márgenes de garantías). No obstante, seamos optimistas en todo sentido, para tener una mejor gestión pública en el futuro, ligada a la hasta ahora, gestión exitosa de la deuda soberana peruana.