Día internacional de concienciación sobre el ruido
Coordinador Ambiental USAT
Para Jones (2010) el ruido es un sonido perturbador, que se considera responsable de varios efectos adversos auditivos y no auditivos sobre la salud y el bienestar humano, que varían desde la simple molestia hasta la pérdida auditiva.
Algo semejante ocurre con Cunha & Silva, al señalar que el ruido representa un importante problema de salud pública que puede conducir a la interrupción del sueño, enfermedad cardiovascular, desventajas sociales, productividad reducida, enseñanza y aprendizaje deteriorados, ausentismo, aumento del uso de drogas y accidentes, también puede afectar la capacidad de disfrutar de la propiedad y el tiempo libre y aumenta la frecuencia de comportamiento antisocial.
Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 1100 millones de jóvenes de todo el mundo podrían estar en riesgo de sufrir pérdida de audición debido a prácticas auditivas perjudiciales.
Por otra parte, Alfei M. y Salinas O. (2017) advierten que en las ciudades son muchas las fuentes productoras de contaminación auditiva, una de las más importantes es el transporte motorizado, principalmente, los automóviles, las motocicletas, el tránsito ferroviario y el aéreo. Otras fuentes incluyen las construcciones, las obras públicas, el ruido industrial y el ruido propio de los vecindarios (ruido comunitario).
Tal es el caso, que la Comisión Europea precisa que cerca de 70 millones de europeos residentes en ciudades se ven expuestos a niveles de ruido superiores a 55 decibelios generados, exclusivamente, por el tráfico. Dato preocupante, puesto que, la OMS señala que la exposición al largo plazo a estos niveles puede elevar la presión arterial y provocar ataques cardíacos.
En el Perú, en mayo de 2015, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) realizó una campaña de mediciones de ruido ambiental en Lima Metropolitana y la Provincia Constitucional del Callao, alcanzando un total de 250 puntos, distribuidos en los 49 distritos que conforman las dos provincias. Gracias a esta iniciativa se logró determinar que los vehículos de transporte son los principales generadores de ruido ambiental, debido al mal uso de bocinas y a su falta de mantenimiento.
Por otra parte, los gobiernos locales tienen una importante función que desempeñar regulando y aplicando legislación rigurosa sobre la generación de ruido procedente de actividades recreativas, y sensibilizando con respecto a los riesgos de la pérdida de audición mediante campañas de información pública. Los padres, profesores y médicos pueden educar a la juventud sobre lo que implica una audición responsable y segura; inclusive los responsables de lugares de ocio pueden respetar los niveles de presión sonora permitidos, utilizando insonorizadores acústicos. De modo idéntico, los fabricantes pueden diseñar aparatos de audio personales con características de seguridad y exponer información sobre los niveles de presión sonora seguros en los productos y sus envases.