El Perú debe rechazar la Agenda 2030
Por: Doris Moscol M.
Docente universitaria
Docente universitaria
En el discurso presidencial del último 28 de julio, la mandataria Dina Boluarte manifestó la inclusión del Perú en el grupo de países que aprueban la Agenda 2030 para su aplicación en el país. Sin embargo, no se ha sometido a un referéndum para la decisión de toda la ciudadanía. Pero ya la mandataria tomó la decisión de aprobar dicha Agenda en este mes. De ninguna manera, podemos aceptar dicha Agenda por sus consecuencias nefastas, observadas en otros países.
¿Qué es la Agenda 2030? Es un Plan escrito por la élite mundial, los globalistas, con la finalidad de imponer en las naciones unos 17 objetivos de desarrollo sustentable, que, a simple vista, parecen necesarios y beneficiosos para el desarrollo de los países porque buscan “la protección del ambiente y el desarrollo de los pueblos”. Pero esos objetivos son falsos y contradictorios, como lo señaló Jorge Buxadé (2024) en el Parlamento Europeo: “Dicen acabar el hambre del mundo, pero desmantelar el sector primario; dicen proteger la dignidad humana, pero promover la planificación y el aborto para los pobres; dicen terminar la pobreza, pero subir impuestos; dicen defender las libertades individuales, pero crear una alianza mundial de los datos de carácter personal”. Con dicha agenda, se pretende tener un gobierno mundial, no elegido democráticamente, sino dirigido por unas élites, e imponerse en las naciones, por tanto, se pierden las libertades de los individuos y de las naciones.
Los objetivos de la Agenda 2030 son una careta, un pretexto para imponer su ideología destructora del ser humano. Buscan deconstruir la concepción propia del ser humano como tal y sus estructuras, principalmente, la familia. Quieren imponer otros “modelos” de familia en contra de la propia naturaleza del hombre y de su dignidad como ser humano e imponer la ideología de género. Por ejemplo, en Canadá, se ha impuesto la ideología de género y todas sus aberraciones e inculca a los menores de edad la posibilidad del cambio de sexo. Un niño de 10, 12 años que, tras un continuo martilleo de dicha ideología, acaba por creerse ser una niña y pide una operación para el cambio de sexo. El padre del niño se opone en defensa de su hijo. Pero, por oponerse, acaba en la cárcel. Han usurpado el derecho del padre a impartir la educación a su hijo. ¿Queremos esa deformación o destrucción de nuestros niños?
En otras palabras, se pretende imponer un Nuevo Orden Mundial, mediante la Agenda 2030, basada en una ideología antinatural y anticristiana. Nos han hecho creer que la población es causante de la destrucción del planeta y para salvaguardarlo -según ellos- debe reducirse la población. Su fin fundamental es imponer el aborto en el mundo, disminuir la población y así controlarla. Asimismo, imponer la ideología de género como nuevo paradigma para entender al ser humano y, a su vez, pone a la ecología, no al ser humano, como fundamento de toda decisión política. Defienden la vida de las ballenas, mas no las del embrión humano. De ahí la difusión del aborto. Con ello se suplanta la moral cristiana del hombre por la concepción ecologista. (Muñoz Iturrieta, Pablo, 2023).
El Nuncio Apostólico de la Santa Sede en España, Mons. Bernardito Cleopas Auza ha explicado cuál ha sido la posición de la Santa Sede ante la Agenda 2030. Subrayó que “por propia elección” la Santa Sede no ha votado la adopción del documento que contiene los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. La Santa Sede hace advertencias
y reservas.
Ya varios países han rechazado esa Agenda. Es el caso reciente de Argentina, cuyo presidente Javier Milei, ha creado en su país una Secretaría de Cultura y Civilización, con el objeto de combatir la agenda en su país y promover la cultura occidental. “La Agenda 2030 atenta contra la soberanía de las naciones, viola sus constituciones. Es una agenda socialista que solo trae miseria al mundo. Atenta contra los valores humanos, la vida, la libertad, y la libertad es la llave de la prosperidad. Debemos revalorar la civilización occidental, y eso nos va a hacer grandes”, manifestó.
Develando la realidad de la Agenda 2030, ¿la aprobaremos en nuestro país en contra de muestra soberanía y libertad? Más bien, debemos levantar la voz en contra de su aprobación (empresas, instituciones educativas, políticas, religiosas, etc.), por la defensa de nuestra soberanía, la protección de nuestros derechos y los de nuestras futuras generaciones.
