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Articulos Opinión

El poder oligopólico y las debilidades del Banco Central de Reserva

IMG_3156Por: Carlos León D.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) la inflación en el Perú de enero a octubre de 2015, llegó a 3.58%. Otro dato sostiene que la inflación de los últimos 12 meses llegó en octubre a 3.66%. Estas cifras rebasan el rango meta del BCR peruano establecido en 3%.

Si bien el BCR ha sido catalogado entre los mejores bancos centrales del mundo, esto no supone un poder total en el manejo de la inflación, puesto que los distintos componentes del consumo de los hogares, pueden estar sujetos a cambios muchas veces fuera del control del BCR.

Una muestra de las debilidades en el control de precios, se observa en el movimiento del precio de los alimentos. Según el INEI el precio de estos bienes creció en octubre un 0.21% mayor a la inflación promedio mensual que alcanzó el 0.14%. Otros rubros como vestido, salud y otros bienes, también superaron el crecimiento promedio de los precios.

Las debilidades mencionadas también dependen de la estructura de los mercados productores, así el BCR no tendría mucho poder cuando dichos mercados son controlados por grandes grupos empresariales u oligopolios, o cuando los mercados son tomados por un solo operador o monopolio.

El poder del BCR en este caso se somete en gran medida, a la estrategia empresarial de precios (que depende del comportamiento de los pocos jugadores relevantes en un mercado), lo cual se conoce también como competencia monopolista o competencia entre empresas que deciden cada una su precio de acuerdo al peso que tienen en el mercado.

Las evidencias del poder de las grandes empresas, que terminan siendo un freno para el BCR, las podemos encontrar en dos mercados donde el principal operador es una sola empresa: Alicorp. Uno de ellos es la provisión de aceites comestibles y el otro es el mercado de harina de trigo.

En el caso del aceite, un gran componente del mismo es la soja, si tomamos el precio internacional de este producto, encontramos que desde el año 2010 al cierre de octubre de 2015, la inflación acumulada fue de -15.6% (basado en Reuter para el mercado de Estados Unidos), es decir el precio ha caído en esos años, mientras que el aceite que se vende en el mercado peruano (mayormente de soja y otros pocos de maíz) ha subido su precio en ese mismo período en 14.89%.

Por otro lado, el precio de trigo cayó en el mismo período anterior en -3.5%, mientras que el pan y otros derivados de molinería que se venden en el Perú, subieron sus precios en ese lapso en 13.42%. Una muestra clara de que los precios de ambos productos responden a las estrategias empresariales antes que al precio internacional, el BCR poco puede hacer al respecto.

Un detalle importante para entender la estrategia empresarial de Alicorp la encontramos en sus resultados financieros, así el margen bruto de la empresa cayó a 25.16% a mediados del 2012 (desde un 31.71% obtenido a marzo del 2010 según información presentada a la Superintendencia de Mercado de Valores), esta caída coincide con el período de máximo crecimiento del precio de la soja y el trigo en el mercado internacional que afectó su rentabilidad.

Al cierre de setiembre de 2015 el margen bruto de Alicorp se ha recuperado hasta un 29%, coincidentemente con la máxima caída de los precios internacionales de soja y trigo, que fue de 52% y 58% respectivamente desde 2012 a 2015.

Mientras Alicorp recupera rentabilidad a costa de los consumidores, gracias a su poder de mercado, el BCR sigue atrapado en un rango meta que hace rato fue desbordado. La credibilidad exige mantener el 3% meta, pero eso se supedita a que en el país haya mayor competencia; agravado además a que los mercados de arroz, leche, maíz y azúcar que son importantes, son también oligopólicos y encima protegidos por el sistema de banda de precios del Ministerio de Economía y Finanzas.

Todo ello no ayuda mucho a generar mayor margen de control inflacionario al BCR, por lo que es vital liberar aún más el comercio exterior peruano, eliminar la franja de precios y promover la oferta local con mayor número de productos sustitutos o una mayor cantidad de oferentes que permitan un ambiente de mayor competencia en el país.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) la inflación en el Perú de enero a octubre de 2015, llegó a 3.58%. Otro dato sostiene que la inflación de los últimos 12 meses llegó en octubre a 3.66%. Estas cifras rebasan el rango meta del BCR peruano establecido en 3%.

Si bien el BCR ha sido catalogado entre los mejores bancos centrales del mundo, esto no supone un poder total en el manejo de la inflación, puesto que los distintos componentes del consumo de los hogares, pueden estar sujetos a cambios muchas veces fuera del control del BCR.

Una muestra de las debilidades en el control de precios, se observa en el movimiento del precio de los alimentos. Según el INEI el precio de estos bienes creció en octubre un 0.21% mayor a la inflación promedio mensual que alcanzó el 0.14%. Otros rubros como vestido, salud y otros bienes, también superaron el crecimiento promedio de los precios.

Las debilidades mencionadas también dependen de la estructura de los mercados productores, así el BCR no tendría mucho poder cuando dichos mercados son controlados por grandes grupos empresariales u oligopolios, o cuando los mercados son tomados por un solo operador o monopolio.

El poder del BCR en este caso se somete en gran medida, a la estrategia empresarial de precios (que depende del comportamiento de los pocos jugadores relevantes en un mercado), lo cual se conoce también como competencia monopolista o competencia entre empresas que deciden cada una su precio de acuerdo al peso que tienen en el mercado.

Las evidencias del poder de las grandes empresas, que terminan siendo un freno para el BCR, las podemos encontrar en dos mercados donde el principal operador es una sola empresa: Alicorp. Uno de ellos es la provisión de aceites comestibles y el otro es el mercado de harina de trigo.

En el caso del aceite, un gran componente del mismo es la soja, si tomamos el precio internacional de este producto, encontramos que desde el año 2010 al cierre de octubre de 2015, la inflación acumulada fue de -15.6% (basado en Reuter para el mercado de Estados Unidos), es decir el precio ha caído en esos años, mientras que el aceite que se vende en el mercado peruano (mayormente de soja y otros pocos de maíz) ha subido su precio en ese mismo período en 14.89%.

Por otro lado, el precio de trigo cayó en el mismo período anterior en -3.5%, mientras que el pan y otros derivados de molinería que se venden en el Perú, subieron sus precios en ese lapso en 13.42%. Una muestra clara de que los precios de ambos productos responden a las estrategias empresariales antes que al precio internacional, el BCR poco puede hacer al respecto.

Un detalle importante para entender la estrategia empresarial de Alicorp la encontramos en sus resultados financieros, así el margen bruto de la empresa cayó a 25.16% a mediados del 2012 (desde un 31.71% obtenido a marzo del 2010 según información presentada a la Superintendencia de Mercado de Valores), esta caída coincide con el período de máximo crecimiento del precio de la soja y el trigo en el mercado internacional que afectó su rentabilidad.

Al cierre de setiembre de 2015 el margen bruto de Alicorp se ha recuperado hasta un 29%, coincidentemente con la máxima caída de los precios internacionales de soja y trigo, que fue de 52% y 58% respectivamente desde 2012 a 2015.

Mientras Alicorp recupera rentabilidad a costa de los consumidores, gracias a su poder de mercado, el BCR sigue atrapado en un rango meta que hace rato fue desbordado. La credibilidad exige mantener el 3% meta, pero eso se supedita a que en el país haya mayor competencia; agravado además a que los mercados de arroz, leche, maíz y azúcar que son importantes, son también oligopólicos y encima protegidos por el sistema de banda de precios del Ministerio de Economía y Finanzas.

Todo ello no ayuda mucho a generar mayor margen de control inflacionario al BCR, por lo que es vital liberar aún más el comercio exterior peruano, eliminar la franja de precios y promover la oferta local con mayor número de productos sustitutos o una mayor cantidad de oferentes que permitan un ambiente de mayor competencia en el país.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) la inflación en el Perú de enero a octubre de 2015, llegó a 3.58%. Otro dato sostiene que la inflación de los últimos 12 meses llegó en octubre a 3.66%. Estas cifras rebasan el rango meta del BCR peruano establecido en 3%.

Si bien el BCR ha sido catalogado entre los mejores bancos centrales del mundo, esto no supone un poder total en el manejo de la inflación, puesto que los distintos componentes del consumo de los hogares, pueden estar sujetos a cambios muchas veces fuera del control del BCR.

Una muestra de las debilidades en el control de precios, se observa en el movimiento del precio de los alimentos. Según el INEI el precio de estos bienes creció en octubre un 0.21% mayor a la inflación promedio mensual que alcanzó el 0.14%. Otros rubros como vestido, salud y otros bienes, también superaron el crecimiento promedio de los precios.

Las debilidades mencionadas también dependen de la estructura de los mercados productores, así el BCR no tendría mucho poder cuando dichos mercados son controlados por grandes grupos empresariales u oligopolios, o cuando los mercados son tomados por un solo operador o monopolio.

El poder del BCR en este caso se somete en gran medida, a la estrategia empresarial de precios (que depende del comportamiento de los pocos jugadores relevantes en un mercado), lo cual se conoce también como competencia monopolista o competencia entre empresas que deciden cada una su precio de acuerdo al peso que tienen en el mercado.

Las evidencias del poder de las grandes empresas, que terminan siendo un freno para el BCR, las podemos encontrar en dos mercados donde el principal operador es una sola empresa: Alicorp. Uno de ellos es la provisión de aceites comestibles y el otro es el mercado de harina de trigo.

En el caso del aceite, un gran componente del mismo es la soja, si tomamos el precio internacional de este producto, encontramos que desde el año 2010 al cierre de octubre de 2015, la inflación acumulada fue de -15.6% (basado en Reuter para el mercado de Estados Unidos), es decir el precio ha caído en esos años, mientras que el aceite que se vende en el mercado peruano (mayormente de soja y otros pocos de maíz) ha subido su precio en ese mismo período en 14.89%.

Por otro lado, el precio de trigo cayó en el mismo período anterior en -3.5%, mientras que el pan y otros derivados de molinería que se venden en el Perú, subieron sus precios en ese lapso en 13.42%. Una muestra clara de que los precios de ambos productos responden a las estrategias empresariales antes que al precio internacional, el BCR poco puede hacer al respecto.

Un detalle importante para entender la estrategia empresarial de Alicorp la encontramos en sus resultados financieros, así el margen bruto de la empresa cayó a 25.16% a mediados del 2012 (desde un 31.71% obtenido a marzo del 2010 según información presentada a la Superintendencia de Mercado de Valores), esta caída coincide con el período de máximo crecimiento del precio de la soja y el trigo en el mercado internacional que afectó su rentabilidad.

Al cierre de setiembre de 2015 el margen bruto de Alicorp se ha recuperado hasta un 29%, coincidentemente con la máxima caída de los precios internacionales de soja y trigo, que fue de 52% y 58% respectivamente desde 2012 a 2015.

Mientras Alicorp recupera rentabilidad a costa de los consumidores, gracias a su poder de mercado, el BCR sigue atrapado en un rango meta que hace rato fue desbordado. La credibilidad exige mantener el 3% meta, pero eso se supedita a que en el país haya mayor competencia; agravado además a que los mercados de arroz, leche, maíz y azúcar que son importantes, son también oligopólicos y encima protegidos por el sistema de banda de precios del Ministerio de Economía y Finanzas.

Todo ello no ayuda mucho a generar mayor margen de control inflacionario al BCR, por lo que es vital liberar aún más el comercio exterior peruano, eliminar la franja de precios y promover la oferta local con mayor número de productos sustitutos o una mayor cantidad de oferentes que permitan un ambiente de mayor competencia en el país.

 

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