El rol esencial de la enfermería en la pandemia del COVID-19 y en los sistemas de salud
Por: Mtro. Angélica Soledad Vega Ramírez
Docente de la Escuela de Enfermería USAT
La Organización Mundial de la Salud (OMS) nombró el 2020 como el » Año de la enfermera y la partera» como reconocimiento a la contribución que realizan, los riesgos asociados a la escasez de enfermería y en celebración del 200 aniversario del nacimiento de Florence Nightingale (1820–1910). En el Perú, celebramos el 30 de agosto el día de la enfermera, que coincide con la celebración del día de Santa Rosa de Lima. A nivel nacional y mundial, muchas organizaciones, asociaciones profesionales, sistemas de atención de salud y otras corporaciones estaban listas para celebrar las numerosas aportaciones de las enfermeras en el progreso de la salud y el bienestar de las personas en cada país. Nadie esperaba que este también sería el año de una crisis de salud universal. Hoy el mundo entero está combatiendo el impacto de la pandemia de coronavirus (COVID-19) y las enfermeras han estado presentes, con un papel primordial, desde el primer día.
La OMS, el 10 de marzo de 2020, declaró el brote de coronavirus como una pandemia, enviando un mensaje claro: todos jugamos un papel fundamental en la prevención activa de una mayor propagación del virus y en la búsqueda de formas de proteger a las personas más expuestas. Este tipo de llamada a la acción no es nuevo para la enfermería. A lo largo de la historia, la profesión ha desarrollado un papel importante en los tiempos de crisis y ha brindado atención, cuidados e innovación que ha salvado vidas y reducido el sufrimiento. La situación actual, no es diferente. (1)
El informe, elaborado por la OMS en colaboración con el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) y la campaña Nursing Now, revela que el personal de enfermería, hoy por hoy, cuenta con cerca de 28 millones de profesionales en todo el mundo. Los profesionales de enfermería registraron un incremento de 4,7 millones entre 2013 y 2018. Sin embargo, la cifra actual sigue dejando un déficit mundial de 5,9 millones de profesionales. (2)
La pandemia de coronavirus ha demostrado que el déficit del número de enfermeras es tan importante que deben figurar en los registros de riesgos nacionales de los países. No contar con suficientes enfermeras supone un gran riesgo no solo en relación con la salud de la población sino también con la economía, las normas y libertades sociales. A lo largo de los años, los gobiernos de todo el mundo han hablado largo y tendido sobre planificación de personal y acerca de sus intenciones de ser autosuficientes formando a sus propias enfermeras, pero sus acciones no han reflejado sus palabras. Las evidencias demuestran que la enfermería es una inversión que garantiza una mejor salud global como retorno positivo. Y tal como se expone en el informe la mejor forma de garantizar que un país dispone de suficientes enfermeras es formar y retener a más enfermeras propias porque lo inteligente es optar por la autosuficiencia. Por tanto, la recomendación es que cada país comience a utilizar un sencillo indicador de autosuficiencia sobre la base de la proporción de enfermeras en activo que han nacido o recibido formación en el extranjero porque es un método simple para conocer y monitorizar el progreso realizado en el camino hacia la autosuficiencia. (3)
Esta pandemia ha evidenciado también la necesidad e importancia de disponer de profesionales de salud con buenas condiciones de trabajo (inclusive equipos de protección individual y otros recursos, apoyo al trabajo en equipo y educación continuada), así como el rol relevante que desempeñan los profesionales de enfermería en los sistemas de salud. Los profesionales de enfermería son la primera línea de cuidados y tienen un rol crucial en la mejora del acceso y de la calidad de la atención de salud. El escenario actual puede tornarse especialmente fértil para que los países inviertan en mejorar las condiciones de trabajo y educación en enfermería, lo cual redundará en importantes avances para la cobertura universal de salud y el acceso a la salud de las poblaciones.
En conclusión, los gobiernos deberían invertir mucho más en la educación de enfermería, crear puestos de trabajo y promover el liderazgo de enfermería para garantizar que haya suficientes profesionales de enfermería con las competencias adecuadas para contar con sistemas de salud eficaces, equitativos y sostenibles.
- Ferrer-Arnedo C. Los pilares irrenunciables de la práctica enfermera en el ámbito comunitario tras la crisis del COVID-19 [Internet]. Vol. 30, Enfermería Clínica. 2020. p. 233-5. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1016/j.enfcli.2020.06.001
- La OMS y sus asociados hacen un llamamiento urgente para que se invierta en el personal de enfermería [Internet]. [citado 22 de agosto de 2020]. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/detail/07-04-2020-who-and-partners-call-for-urgent-investment-in-nurses
- El CIE lanza un nuevo informe sobre la pandemia de COVID-19 y la oferta y movilidad internacional de enfermeras [Internet]. [citado 22 de agosto de 2020]. Disponible en: https://www.icn.ch/es/noticias/el-cie-lanza-un-nuevo-informe-sobre-la-pandemia-de-covid-19-y-la-oferta-y-movilidad