El trabajo en los escenarios pospandemia
Docente de la Escuela de Contabilidad USAT
El futuro del trabajo pospandemia estará marcado por un conjunto de habilidades blandas con mayor avance tecnológico y de transformación de los puestos de trabajo convencionales.
Especialistas calculan que, por un lado, la automatización desplazará en los próximos años 85 millones de puestos de trabajo y, por otro, el avance tecnológico habrá creado cerca de 97 millones de nuevos empleos. Entonces ¿cómo formar a un profesional con alto grado de valor y que responda a los nuevos escenarios?
El futuro del profesional, si bien es cierto, posee una clara orientación con base en resultados, su preocupación deberá estar centrada en el aprendizaje continuo.
En esa misma línea, se indica que los profesionales que dominen la tecnología, la robotización y las plataformas digitales poseerán un alto grado de importancia en las empresas del futuro. Si bien es cierto, la tecnología quizá no sea considerada como un requisito indispensable para acceder al mercado laboral, este si será un referente diferencial, en adición a la capacidad de generar, analizar y criticar información y procesos por parte del profesional y trabajador.
La WEF considera que entre las competencias más relevantes que deberá poseer el trabajador y profesional del futuro son: capacidad de adaptación y de reacción ante escenarios cambiantes, centrado en resultados, flexibilidad frente a entornos, de mente abierta y tolerante, apropiada comunicación, capacidad de colaboración y de liderazgo, espíritu creativo, capacidad de resiliencia y abierto a los retos presentes y emergentes, alto sentido crítico y analítico ante entornos diversos y variados, aprendizaje constante y permanente. En adición, ser flexible ante los escenarios, una adecuada y apropiada comunicación, y el desarrollo de inteligencia emocional.
Por otro lado, también se menciona que el colaborador se encuentra desarrollando sentimientos de ansiedad y de frustración derivados de la pandemia y que de alguna u otra forma ha alterado tanto la vida personal como familiar y laboral, dejando postergados planes de vida y de desarrollo personal. Estos aspectos se han visto reflejados en la salud mental no solo del colaborador sino el de toda la familia, pues ahora hay mayor cantidad de tiempo que hay que transcurrir conectados en la virtualidad y menor tiempo destinado a la vida personal, familiar o social.
Asimismo, se indica que los actuales escenarios también exigen que los líderes emocionalmente inteligentes adecúen sus habilidades blandas en: mayor integración, mejor apertura al diálogo, escucha activa, mayor sensibilidad para entender a las personas y trabajo en equipo o colaboracionismo. Es sabido que las organizaciones son multiculturales y multigeneracionales, y los escenarios actuales obligan que no solo los colaboradores sino también los líderes sepan adaptarse y recibir críticas, a una mayor capacidad de adaptación, mejora en la comunicación y una mayor sensibilización humana.
Otro aspecto que se está viviendo en los actuales momentos es el cambio de trabajo o la renuncia de colaboradores a sus puestos de trabajo, debido a que la organización no les ofrece las oportunidades suficientes y adecuadas para el desarrollo de sus competencias profesionales o simplemente, se encontraban en ambientes tóxicos, donde el colaborador no apreciaba un adecuado equilibrio entre la vida laboral y la personal. De allí, que no solo se tiene que evaluar la importancia de la salud mental en los puestos de trabajo, sino también entender que los colaboradores desean aprender, crecer y desarrollarse en su carrera profesional.