¡Feliz Día de la Mujer! Trabajemos por una cultura de la complementariedad y de la corresponsabilidad
Por: Rosa Sánchez Barragán / Kathya Vassallo
Docentes de la Facultad de Derecho USAT
Instituto de Bioética USAT
Miembros REDWINN_USAT
El día 8 de marzo celebramos el Día Internacional de la Mujer, es una fecha que busca visibilizar el papel de la mujer en la historia y en todas las realidades de la sociedad (ONU, 2005). Existen distintas interpretaciones sobre su origen histórico, pero todas ellas se relacionan con las movilizaciones de mujeres obreras o con el trágico incendio producido en una fábrica textil en el año 1911 en Nueva York, donde fallecieron más de un centenar de mujeres trabajadoras.
Originariamente fue denominado “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, y no es hasta el año 1975 que es declarado por las Naciones Unidas el “Año Internacional de la Mujer”, impulsándose mejoras en el reconocimiento de los derechos de las mujeres. A partir de ese año, las Naciones Unidas, con una clara intención simbólica, conmemoró el 8 de marzo como “Día Internacional de la Mujer”.
Es importante que, en este día, reflexionemos sobre lo que significa ser mujer y su papel en la sociedad actual. Han pasado más de 100 años desde el surgimiento de los primeros movimientos por la igualdad, que contribuyeron a reconocer como tal a la mujer y a mejorar la situación de discriminación sufrida a lo largo de la historia, un legítimo marco de lucha por la igualdad (Aparisi, 2016). No obstante, con el tiempo, dio un giro que ha direccionado esfuerzos en una lucha que, más allá de apostar por la complementariedad varón y mujer, se centra en un afán de competencia entre ellos. Lo que ha originado una confusión entre igualdad e igualitarismo, en donde este último niega cualquier diferencia entre varón y mujer, por relacionar diferencia con inferioridad, llevando este camino a la pérdida de la identidad de la mujer (Ballesteros, 2000).
Cabe reafirmar, que las diferencias entre varón y mujer son una riqueza para la humanidad. Por ello, es necesario volver a los inicios del movimiento feminista, a esa búsqueda por reivindicar los derechos de las mujeres, pero con una firme voluntad de trabajar por una cultura de la complementariedad y del no enfrentamiento, en donde varón y mujer juegan un rol importante en la sociedad: ambos con su modo de ser engrandecen la familia y contribuyen con la sociedad.
A lo largo del devenir histórico se han gestado diversas manifestaciones y acontecimientos que han permitido marcar el camino de la reivindicación de la mujer: en la historia, para visibilizarla; y en la sociedad, para asumir la corresponsabilidad del desarrollo y progreso de la humanidad. Como se ha indicado, se trata de un camino, una labor que no está acabada y debe verse apoyada en los pilares de la complementariedad.
Sin lugar a duda, los roles y funciones no dependen del sexo y es la vida en sociedad, tanto en el ámbito público como privado, que reclama la participación de varón y mujer. Si bien, la mujer se ha venido incorporando cada vez más a la vida pública, se ha asociado la responsabilidad de conciliar ambos ámbitos -tanto público como privado- solo a la mujer, resultando necesario también la incorporación del hombre a la vida privada. Hoy es menester que, tanto varón como mujer, concilien vida personal y vida profesional (Díaz de Terán, 2016).
Por lo tanto, los avances en la reivindicación y visibilización de la mujer han sido progresivos, hay mucho más por hacer, pero siempre centrados en el respeto de la dignidad humana. Tanto varón y mujer son protagonistas de la historia de la humanidad, ambos están llamados a crecer y desarrollarse en sociedad desde la complementariedad y corresponsabilidad. Nuestro presente y nuestro futuro nos exigen “asumir el desafío de construir una sociedad con madre y una familia con padre. Sólo así ambas podrán convertirse en el lugar donde se respete y promueva la dignidad de cada persona” (Aparisi & Ballesteros, pp. X-XI).
Trabajemos desde la familia, el colegio, la universidad y el trabajo por una cultura de la complementariedad y de la corresponsabilidad, en donde mujer y varón son necesarios e importantes para el desarrollo de una sociedad.
Desde Red WINN – USAT (Red de Universidades Iberoamericanas para fortalecer el Impacto Femenino en los Ecosistemas de Innovación), les deseamos un ¡Feliz Día de la Mujer!