Inseguridad ciudadana, problema social
Por: Heriberto Solís Sosa
A diario observamos y escuchamos en los medios de comunicación a cerca de la inseguridad ciudadana que está viviendo el país, expertos opinan que la solución se encuentra en la policía nacional del Perú, ya que potencializando esta institución habrían más policías en las calles y se solucionaría este problema, otros expertos opinan que la solución a este álgido problema estaría en la fuerzas armadas porque con el efecto persuasivo los delincuentes dejarían de cometer sus fechorías, otros señalan que con penas más drásticas entre ellas la pena de muerte se acabaría el problema ¿Estas medidas serán la solución al problema? nos hemos preguntado ¿Quién es el delincuente? Desde el punto de vista psicológico un criminal es una persona con algún tipo de trastorno mental. En la gran mayoría de los casos se trata de personas que han sufrido experiencias traumáticas de abandono o abuso en la niñez que han alterado su proceso de pensamiento y su conducta, o criados en un ambiente con valores opuestos a las normas que rigen en la sociedad en que viven. Entonces ¿Quién es responsable de la mala conducta de estos hombres que se hicieron delincuentes? ¿Será el estado?, ¿será la familia?
Si el estado se define como el conjunto de instituciones públicas organizadas, conducidas y controladas por los ciudadanos que pertenecen a una misma comunidad política, con la finalidad de administrar sus asuntos públicos. Entonces su función es controlar y dirigir a la sociedad, no de formarla. La responsable de formar la sociedad es la familia, por lo tanto ¿ La familia está cumpliendo el rol que le corresponde?, ¿los padres están asumiendo con responsabilidad la crianza de sus hijos?, cabe reflexionar en ese sentido, las familias demos a sumir con responsabilidad ese rol tan importante que comprende en primer lugar, el amor entre un hombre y una mujer para formar una familia, al hablar del amor me refiero a un amor puro, verdadero de entrega total del uno hacia el otro, el matrimonio es un sacramento importante donde los dos se hacen “una sola carne”. En segundo lugar, engendrar un hijo con responsabilidad.Tener hijos implica asumir la responsabilidad de su cuidado emocional. Por eso, según María Cicuéndez Luna, la maternidad y la paternidad requieren un auténtico ejercicio de honestidad e introspección.En tercer lugar, educarlos; la educación de los hijos es una de las funciones básicas que cumple las familias en todas las sociedades y en todos los tiempos, aunque lógicamente con contenidos y formas distintas según sea el tiempo y el lugar. Sin embargo, muchas familias delegan al colegio buena parte de esa educación excusándose en el tiempo que le dedican al trabajo. En cuarto lugar, los padres deben enseñarles a sus hijos el valor del trabajo, mostrarle que el trabajo dignifica a la persona y que para obtener un bien material este se debe haberse logrado con esfuerzo y entrega, además que comprenda que el trabajo es una tarea que no necesariamente da al trabajador una retribución económica, sino, una satisfacción personal que busca siempre el bienestar de los demás.
En tal sentido con las medidas señaladas por los expertos solo estaríamos atacando el problema mediático y no el problema de fondo es por ello que el estado y la familia en su conjunto deberían tomar medidas que a largo plazo nos permita vivir en comunidad por que la comunidad nos permite ser más transparentes los unos a los otros y de esta forma estar más unidos aún en nuestra diversidad.