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La convivencia escolar inadecuada y su impacto en la salud mental en niños
En el Perú, la convivencia escolar de los estudiantes es deficiente y problemática, esto es respaldado por las diferentes estadísticas que demuestran la presencia de violencia en las relaciones y el trato en general, tanto entre compañeros como entre estudiantes y docentes. En el programa Síseve, durante el año 2019 – 2020, se reportaron 4972 casos, de los cuales, el 47.4% hace referencia a los ocurridos entre estudiantes, el tipo de violencia que resaltaba era la física con 53.1% y la frecuencia de estas situaciones fue en su mayoría de una vez con 53.3% (Felipe & Vargas, 2020). Esto reafirma la dificultad presente en la educación peruana, sobre el manejo y gestión de situaciones en las que se manifiesta la violencia durante la convivencia escolar. Además, quiere decir que, las conductas agresivas dentro del ámbito escolar son un problema que se ha ido acrecentando con el paso de los años; y, por ende, tiene un impacto significativo en el desarrollo integral de los estudiantes durante sus primeros años de formación.
Para poder comprender el contexto, es necesario saber a qué se refiere la convivencia escolar. Esta abarca todas las interacciones entre los diversos integrantes de una institución educativa; no se limita únicamente a las relaciones entre personas, sino que también comprende las formas en que los distintos componentes de la comunidad educativa interactúan (Banz, 2008). En los casos observados ha primado una inadecuada convivencia escolar, con conductas agresivas, las cuales se refieren a comportamientos específicos que buscan generar algún daño o intimidación hacia otros, ya sea de forma física o verbal. Dentro del entorno escolar, es común ver este tipo de conductas manifestándose como peleas, burlas o exclusión. Es importante resaltar el hecho de que estos comportamientos no solo afectan a las víctimas, sino a todo el ambiente en el que se perpetúa, generando así un entorno hostil.
Justamente este ambiente es lo que se reflejó durante las visitas a la institución educativa. Esto, debido a que se ha podido identificar dificultades para la comunicación (empleando en algunos casos groserías), peleas y conflictos constantes que han llegado hasta los golpes, burlas, tocamientos indebidos, y en general, un trato inadecuado entre compañeros. Lo cual, según la docente, es incontrolable o no tiene el conocimiento de cómo generar una mejora en los niños a cargo. Definitivamente, todo esto afecta negativamente al desarrollo integral de las actividades escolares, el crecimiento, el aprendizaje y la salud mental de los niños pertenecientes al salón. Específicamente, las consecuencias más resaltantes dentro del aula que han sido generadas por este problema son el bajo rendimiento académico, el miedo a participar en clase, inseguridad y el constante estado de alerta por si algún compañero decide empezar una broma o pelea.
En síntesis, es importante recalcar que la conflictiva convivencia escolar es una de las principales problemáticas en la actualidad, se puede ver cotidianamente y en lugares no tan lejanos. Por lo que, es necesario tomar medidas frente a ello, para mejorar las relaciones e interacciones en el ambiente educativo, tanto de docentes como estudiantes. Y, de esta manera, permitir el desarrollo integral en las escuelas. Asimismo, se destaca el compromiso que asumirán los estudiantes de psicología para ayudar a los niños del Colegio “Cristo Rey” y la disposición de las autoridades educativas con el propósito de garantizar la integridad física y mental de los alumnos, y evitar que se vean perjudicados.
Asesor:
Lic. Ricardo Urpeque García
Estudiantes:
- Cabanillas Morales Ariana
- Garrido Reaño André
- Herrera Regalado Yaxi
- Ipanaque Lache Antonella
- Sernaqué Rico Annie
Soplapuco Flores Rubi
