La importancia del lavado de manos en tiempos de Covid-19
Por: Eda Sánchez Oliva
Docente de la Facultad de Humanidades USAT
La práctica de la higiene personal es una cuestión de responsabilidad individual que se adquiere a través del proceso de la educación impartida en el hogar, la escuela y demás comunidades. Son actos de higiene todos aquellos relacionados con la limpieza corporal como el baño diario, lavado de cabello, lavado de manos, limpieza y corte de uñas y cepillado de dientes.
Las manos constituyen la parte corporal que actúa como “vehículo” transmisor de gérmenes causantes de enfermedades. Se debe asumir el buen hábito de lavarse con agua y jabón al levantarse de la cama, después de tocar los animales, antes de manipular los alimentos, antes y después de curar cualquier herida, y después de ir a los servicios higiénicos, hábito que debe complementarse con el cuidado de las uñas conservándolas siempre limpias. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Organización Mundial de la Salud recomiendan las buenas prácticas de higiene, como el lavado de manos al manipular los alimentos, indican que el lavado de manos después de ir al baño siempre es una práctica esencial, especialmente cuando se trabaja con alimentos. Swapan y Sanjay (2007) refieren que una de las medidas preventivas más eficaces es el lavado de las manos, especialmente cada vez que se manipulen los alimentos.
La higiene de las manos es la medida más importante de prevención para evitar la transmisión de agentes patógenos como el coronavirus causante de la COVID-19. La buena práctica del aseo de las manos permite también fortalecer la autoestima. Escobar y García (2020) refieren en su investigación respecto al conocimiento sobre la Covid-19 y el lavado de manos, que “la mejor forma de prevenir la COVID -19 es el lavado de manos” sostienen que sin embargo existe poca difusión sobre la importancia que tiene esta práctica de higiene. De la misma manera, en su investigación concluyen que la salud es un patrimonio que debe salvaguardarse con responsabilidad y bioseguridad.
El Lavado de manos con agua y jabón es uno de los métodos más eficaces y asequibles, para lograr la reducción de microorganismos patógenos y de esta manera disminuir la aparición de enfermedades trasmisibles por vía cutáneo-mucosa. La Organización Mundial de la Salud (2017) recomienda los siguientes pasos para un adecuado lavado de manos: mojarse las manos; aplicar suficiente jabón para cubrir todas las superficies; frotarse las palmas de las manos entre sí; frotarse la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda, entrelazando los dedos, y viceversa; frotarse las palmas de las manos entre sí con los dedos entrelazados; frotarse el dorso de los dedos de una mano contra la palma de la mano opuesta, manteniendo unidos los dedos; rodear el pulgar izquierdo con la palma de la mano derecha, frotarse con un movimiento de rotación, y viceversa; frotarse la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda, haciendo un movimiento de rotación, y viceversa; enjuagarse las manos; secarlas con una toalla de uso personal o desechable; utilizar la toalla para cerrar el grifo y así nuestras manos son seguras.
Lavarse las manos cuantas veces sea necesario con agua y jabón constituye un hábito saludable, y una “vacuna” económica que está al alcance de todos. A pesar de lo señalado parece ser que este hábito no es conocido por todas las personas, lo cual se deduce de lo observado en la situación actual de la enfermedad COVID-19. Por tal motivo, es necesario establecer estrategias para implementar programas de orientación educativa en salud de carácter multidisciplinar, que contribuyan a mejorar este hábito en los distintos ámbitos de la sociedad. La prevención y la educación constituyen los dos soportes de una cultura de autocuidado que deben tomar en cuenta la persona. El cumplimiento de las medidas adecuadas de higiene de las manos es fundamental como cultura de prevención y es un hábito que debería impregnarse permanentemente en nuestra sociedad y no acordarnos solamente de él cuando aparece un nuevo agente infeccioso como el coronavirus; lavarse las manos es una de las tres principales medidas de bioseguridad para evitar los contagios de la COVID -19 , enfermedad infecciosa que ha generado y continua generando lamentables consecuencias en la salud y vida de las personas.