Articulos Ciencia y Tecnología
La Inteligencia Artificial como desafío en la salud materna perinatal
Bach. Emily Chacón Sánchez y Dra. Celia Palacios Alva
El avance de la tecnología de la Inteligencia Artificial (IA) es cada vez más prometedor, pues es innegable la ventaja que ofrece en distintos ámbitos de la vida humana. Sin embargo, es a la vez más desafiante, especialmente en las ciencias de la salud, para el diagnóstico y el tratamiento de complejos casos clínicos; por ello, se plantean preguntas éticas que demandan una cuidadosa reflexión.La IA nace como disciplina a finales de los años 50. John McCarthy la define como “la ciencia y la ingeniería para fabricar máquinas inteligentes, especialmente programas informáticos inteligentes”, capaces de realizar tareas que requieren de inteligencia que incluyen diversas funciones como análisis de datos, machine learning, reconocimiento de voz, de imagen, etc.
El Deep Learning Algorithm (DLA) o algoritmo de aprendizaje profundo es el método de aprendizaje autónomo inspirado en la estructura y función del cerebro humano, en particular las redes neuronales. Estos algoritmos están diseñados para aprender automáticamente, tomar decisiones a partir de datos sin programación explícita y efectuar tareas que involucran grandes cantidades de datos como reconocimiento de imagen, de voz, procesamiento del lenguaje natural, etc.
Para muchos, el entusiasmo por la IA en el rubro de la salud se debe a que reduce el tiempo para determinar patrones de diagnóstico, patologías, dar nuevas vías terapéuticas, etc. resultando así una gran ayuda para el profesional asistencial.
Un ejemplo específico son los planes de partos para cada gestante con estudios de algoritmos integrados para identificar factores de riesgo que puedan llevar a complicaciones durante el embarazo para la madre, como también para los neonatos. La IA es un soporte útil para cuantificar los registros uterino-fetales, lo que significa una ayuda frente a un trabajo de parto.
Por otro lado, un aspecto en consideración es que la automatización de los datos para la creación del contenido que ofrece la IA, carece de inteligencia emocional y empatía, cualidades esenciales en el cuidado de la salud de las personas, lo que se podría considerar como uno de los peligros de la IA. Por lo tanto, sería oportuna una regulación de la IA, para no sustituir las emociones humanas, como la relación médico-paciente.
Por ello, este 31 de agosto celebramos el Día internacional de la Obstetricia, con el deseo de que estos avances tecnológicos repercutan a favor de la madre gestante y del niño por nacer.
