La Responsabilidad Social Universitaria (RSU): Una Perspectiva Sistémica
Docente de la Escuela de Administración de Empresas USAT
La universidad como entidad de creación de conocimiento y formación profesional es intrínsecamente, socialmente responsable; sin embargo, antes de poder desarrollar esta función en todo su potencial, la universidad privada debe elevarse sobre los obstáculos impuestos por las condiciones competitivas del mercado y abandonar el enfoque asistencialista de la proyección social y extensión universitaria, aún imperante en las organizaciones de educación superior.
Considerando que el asistencialismo no es una solución sostenible a la problemática de la sociedad, la universidad debe hacer una reflexión sobre su función, sus deberes y los impactos que pretende tener en su entorno. Para tal fin, necesita integrarse de manera decidida en la sociedad en especial a la comunidad que sirve; abriéndose a la realidad y abrazando los problemas que la aquejan para transformarse en una entidad líder en la generación de propuestas y promotora de acciones para contribuir con el logro del bienestar de las personas.
Entonces, definimos a la RSU como las acciones, de base estratégica, que ponen en práctica la habilidad y efectividad de la universidad para responder a las necesidades de cambio, para la mejora de la sociedad donde está inmersa, mediante el ejercicio de sus funciones sustantivas: docencia, investigación, extensión y la gestión interna. Así, la universidad debe buscar la promoción de la justicia, la solidaridad, la equidad social y el fortalecimiento de la familia, mediante la construcción de respuestas exitosas para atender los retos que implica promover el desarrollo humano sostenible[1].
Promover el desarrollo y bienestar requiere un trabajo integrado de toda la universidad y sus actividades sustantivas; mediante las cuales busca formar profesionales sensibles y comprometidos con la realidad y sus problemas, por ejemplo, a través de asignaturas y proyectos que deben estar vinculados con los problemas de la sociedad, desde diversas perspectivas y de acuerdo al nivel de la formación de los estudiantes y de las características propias de cada carrera profesional, lo cual conlleva a realizar acciones de intervención organizadas, para alcanzar no solo objetivos de impacto social, sino que estas acciones también deben están enmarcados en las líneas de investigación de la universidad, con lo cual se generan y proveen nuevos conocimientos que revierten en la formación de los estudiantes y también a la sociedad como conocimiento sistematizado que puede llegar a todos a través de la difusión.
Un desarrollo integral de la RSU se da más allá de los límites organizacionales de la universidad y para una adecuada implementación y gestión es necesario conceptualizarla desde una perspectiva sistémica (Figura 1). Así, la RSU se transforma en un verdadero pilar de la universidad que involucra a todos los subsistemas de la organización y considera como subsistemas las diferentes demandas que se generan para la universidad desde el entorno, pero a su vez se tiene en cuenta la RSU interna, fundamental para desarrollar de manera coherente y consecuente cualquier política organizacional, tomando en cuenta las interacciones de los diferentes subsistemas que se transforman en impactos deseados de las funciones sustantivas de la universidad.
[1]
Texto modificado del documento Políticas y Sistema de Autoevaluación y Gestión de la Responsabilidad Social Universitaria de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en Latino América (AUSJAL).
Figura 1. El sistema RSU
Los impactos deseados de la RSU, bajo un enfoque sistémico son simultáneos y ayudan a ver la necesidad de establecer intervenciones coordinadas para que realmente se puedan lograr los resultados deseados, ya que desde una visión unidimensional de la RSU, es decir, como una función de la universidad, solo alcanzará un resultado parcial. Si consideramos los principales impactos que pueden generar colectivamente las funciones sustantivas de la universidad en los subsistemas del entorno (demandas), vemos que la simultaneidad de las acciones y los efectos es requerida (Tabla 1).
Tabla 1. Impactos de las funciones sustantivas de la universidad en las demandas del entorno
La coordinación de la gestión y acción sistémica de la RSU y sobre todo sus impactos no deben ser medidos a través de indicadores de proceso únicamente. Principalmente se debe hacer a través de resultados, por ejemplo, si tomamos la formación profesional de las personas, no solo se mide el número de egresados que tienen una escuela profesional, sino el impacto que tienen estos en la sociedad. El impacto de la investigación como proveedora de soluciones a los problemas que afronta la sociedad en diversas dimensiones. La mejora de nivel de vida con la acción integral de la universidad y el nivel o calidad de vida que tienen todos los integrantes de la comunidad universitaria en el campus.