Los Autocinemas: ¿Una buena opción?
Por: Milton Calopiña Ávalo
Docente de la Escuela de Comunicación
Docente de la Escuela de Comunicación
Brillaron en los 50 y en los años 60, sobre todo en su país de origen, Estados Unidos, donde algunos de ellos todavía están funcionando, pero acá en el Perú nunca fueron una opción muy a tomar en cuenta, y ya no queda ninguno desde hace 45 años ¿Podrían ser una opción interesante ante la crisis de las salas cinematográficas que pasarán aún mucho tiempo cerradas?
Pero antes hagamos memoria de lo que es un autocine, pues la mayoría de los peruanos jamás hemos visto uno real en ningún momento de nuestra vida.
Pues bien consistía en una pantalla gigantesca dispuesta dentro de un estacionamiento, en la cual se proyectaban películas que podían verse desde un auto estacionado. Para escuchar el sonido de la película, había que colocar un pequeño parlante conectado al proyector original, lo cual era muy engorroso. Un autocine de estas características fue el primero en ver la luz en Estados Unidos en 1933, gracias al magnate Richard M. Hollingshead.
Posteriormente este problema del sonido fue superado eliminando el parlante y transmitiendo el sonido a través de una señal FM, con lo cual se superaba la incomodidad de tener un parlante malo y con cable, a tener un sonido de calidad estéreo, dependiente del equipo del auto. Eso sí, si el auto no tenía equipo de sonido o radio, no escuchaba nada.
El invento gustó mucho en Estados Unidos donde existe una larga tradición de que cada ciudadano posea un automóvil, y en algún momento llegaron a existir 4000 alrededor de todo el país. Hoy solo quedan 300 y muchos de ellos ya no funcionan exclusivamente como cines.
Pero a Perú, llegaron recién en 1953 y el único que existió estuvo ubicado en San Isidro, Lima, cerca de la Av. Javier Prado, por el colegio San Agustín, ocupó un terreno de 11 hectáreas y funcionó hasta 1975. Aunque existen rumores que esporádicamente hubieron autocinemas en otras partes del país (entre ellos Pomalca), la verdad es que del que disponemos información es solo del Lima Drive In.
Pero muchos peruanos no lo conocieron, para tener una idea de lo que es un multicine, tenemos que recordar películas como Grease, en la que un Danny Zuko interpretado por John Travolta intenta seducir a Sandy interpretada por la dulce Olivia Newton John, y recibe un gran portazo que lo deja fuera de combate y lo lleva a interpretar una canción.
Volviendo al tema del regreso de los autocines, a primera vista la respuesta parece ser positiva: hay por ahora bastante espacio disponible en los estacionamientos de los malls, existe la tecnología suficiente y podrían adaptarse fácilmente pantalla y sonido como para que ingresen varios automóviles y puedan apreciar sus películas con tranquilidad.
El problema principal radica en que solo puede proyectar una película por local, mientras que los cines actuales pueden proyectar mucho más que una docena de filmes, combinando salas y horarios.
El otro problemas es el negocio de comida, que es vital tanto en cines normales como en autocinemas, ya que las personas que lleguen en sus autos, llegarán en su mayoría con sus propios alimentos, lo cual hará que las ganancia en este rubro sean mínimas.
Como una alternativa temporal, para curiosos podría funcionar un tiempo, pero definitivamente no es “el reemplazo” a las salas de multicines tal y como las hemos conocido hoy en día.
Todo indica que habrá que esperar un buen tiempo hasta que el coronavirus ya no haga estragos, para que las salas puedan sobrevivir.
