Los vaivenes del adverbio «sólo»: ¿con tilde o sin tilde?
(Publicado en el diario La Industria – 3 de junio de 2015)
Por: Jessica Ramírez García
En diciembre de 2010 se publicó la nueva Ortografía de la lengua española, y una de las novedades que figuran en esta obra es que el uso distinguidor del adverbio «sólo» frente al adjetivo «solo» deja de considerarse un caso más de tilde diacrítica porque no se cumple uno de los requisitos fundamentales para que lo sea, que es el de oponer palabras tónicas a palabras átonas formalmente idénticas: en ambos casos son palabras tónicas. Hasta antes de esta publicación, la Academia restringía la obligatoriedad de tildar el adverbio «sólo» exclusivamente cuando existiera riesgo de ambigüedad. Sin embargo, en la nueva Ortografía, recomienda no tildar el adverbio «sólo» ni siquiera en casos de posible ambigüedad, pues considera que estos «son muy poco frecuentes y que son fácilmente resueltos por el contexto» (Ortografía de la lengua española, 2010).
La recomendación de no tildar el adverbio «sólo» ocasionó diversidad de opiniones a favor y en contra, sobre todo entre autores y académicos; muchos asumieron que se les estaba prohibiendo poner la tilde al adverbio, y se manifestaron al respecto, pero la Academia ha defendido en todo momento que no es así, puesto que tal disposición fue aprobada por las veintidós academias de la lengua española con el único objetivo de unificar el uso de nuestra lengua; incluso algunos académicos respondieron a las críticas indicando que si los hablantes lo deseaban, siguieran tildándolo, pues no se iba a penalizar a nadie por ello, aunque sí dejaban claro que no era un caso de tilde diacrítica, pues la tilde diacrítica «opone» siempre una palabra tónica a otra palabra átona, lo que no se cumple con «solo» porque tanto el adverbio como el adjetivo son palabras tónicas, es decir, no hay oposición de ningún tipo, y además son las únicas palabras (junto con los demostrativos) polisílabas que estaban en la nómina de casos de tilde diacrítica.
La colocación o no de la tilde en el adverbio «sólo» ha variado muchas veces con el pasar de los años; en el siglo xix, por ejemplo, tanto el español Vicente Salvá (1872) como el venezolano Andrés Bello (1891) no lo tildaban. Luego, la Gramática de 1917 lo tilda y hace la precisión siguiente: «Por costumbre se acentúa la palabra sólo cuando es adverbio, y no cuando es sustantivo o adjetivo». En el Diccionario académico, en cambio, el adverbio «sólo» estuvo sin tilde hasta la edición de 1925. En la Ortografía de 1959 la RAE determina que «sólo» se tildará cuando funcione como adverbio, pero no como adjetivo, y especialmente si existiera riesgo de ambigüedad. En la Ortografía de 1999 –la anterior a la vigente– se ratifica en lo dicho en 1959, esto es, se indica que «sólo» se tildará en su uso como adverbio si se percibe riesgo de ambigüedad. Posteriormente, en el Diccionario Panhispánico de dudas (DPD), publicado en el año 2005, se hace la precisión, en primer lugar, de que «solo» es una palabra llana y que, según las reglas generales de acentuación, no debe llevar tilde. Pero a continuación añade que si esta palabra pudiera interpretarse en un mismo enunciado como adverbio o como adjetivo, deberá utilizarse «obligatoriamente» la tilde en el uso adverbial para evitar ambigüedades.
Ahora bien, la sorpresa está en las dos últimas publicaciones académicas, pues, si La Ortografía de 2010 establece que se puede prescindir de la tilde en su uso como adverbio incluso en casos de ambigüedad (lo que en el DPD no era posible), la última edición del Diccionario académico, publicado en octubre de 2014, indica que cuando exista riesgo de ambigüedad en su empleo como adverbio, lo podemos tildar, es decir, deja sin efecto lo dicho en 2010. Por último, después de todo este recorrido a través de la historia del adverbio «sólo» y de la colocación o no de la tilde, decidan ustedes, estimados lectores, si continúan tildándolo o no: ¿Apostamos por los cambios, la simplificación de la ortografía y por la actualización de nuestra lengua?, ¿debería prevalecer la tradición o costumbre?, ¿creen que si eliminamos la tilde en una palabra empobrecemos nuestra lengua?, ¿son partidarios de acatar las normas de la RAE?
Autor:
Mgtr. Jessica Ramírez García Ramirez
Lingüista
jessica.ramirez@usat.edu.pe
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