Recomendaciones de salud para vivir un verano en pandemia
Cirujano Docente de la Escuela de Medicina USAT.
Los medios de comunicación y las redes sociales influyen decididamente en la salud mental de la población, muchas veces la desinformación o el exceso de información negativa es el origen de la ansiedad, depresión y reacción al estrés en la comunidad. Frente a esta realidad debemos detenernos y pensar racionalmente para actuar, recurriendo a los consejos y recomendaciones de los especialistas.
Lo primero, es no negar la situación crítica, ni extremar medidas innecesarias, ya sea por acopiar excesivamente productos para el hogar o que el miedo nos induzca a comportamientos negativos de rechazo o discriminación, imaginando fuentes de peligro irreales. Para evitarlo debemos comprender los mecanismos de trasmisión del virus SARS CoV 2 y que hacer para prevenir el contagio.
Internados en nuestros hogares, puede resultar útil buscar temas variados e interesantes de conversación como una estrategia centrada en las emociones para obtener efectos positivos; por ejemplo, rescatando del pasado historias y anécdotas, asociándolas con actividades lúdicas de mesa, que al compartirlo con los niños se convierten en un excelente recurso para transmitir información, ideas, valores y comportamientos, además de reforzar las emociones positivas y la unión con la familia.
Es beneficioso programar y mantener hábitos familiares, asignación de roles de ayuda en casa, rotando responsabilidades para evitar el hastío, establecer rutinas de trabajo virtual con horarios para el descanso, el juego y el ocio. Las actividades manuales y las rutinas de ejercicio físico son muy favorables para el control de la ansiedad, además de cumplir un buen papel para la distracción.
Los padres o responsables de casa no deben permitir el uso excesivo de los celulares, de la televisión o los videojuegos, pues está demostrado científicamente que estos resultan adictivos, llevan rápidamente a la pérdida visual y la aparición de patologías posturales entre otras consecuencias.
La programación y elección de una dieta balanceada y nutritiva es muy importante. Las principales fuentes de vitaminas y minerales que fortalecen el sistema inmunológico son las frutas y verduras; se recomienda consumir 3 raciones de frutas y 2 de verduras al día, prefiriendo aquellas de temporada por el acceso y disponibilidad. Los cereales representan al grupo sustancial de la alimentación (frijol, lentejas, garbanzos, maíz, cebada, arroz); estos brindan energía y se preservan sin refrigeración.
La leche y sus derivados son importantes fuentes de calcio y de proteínas, las carnes blancas (pollo, pavo) y pescados pueden consumirse dos a tres veces por semana, las carnes rojas o de cerdo debe consumirse como máximo una vez a la semana. La hidratación es fundamental, más aún en esta época de verano, se recomienda consumir como mínimo 8 vasos (dos litros) de líquido al día, prefiriendo el agua filtrada o hervida fría, incluso aunque no se tenga sed.
Por otro lado, acatando el confinamiento estricto, debemos recurrir a la tecnología y la internet para evitar exponerse a salir de sus hogares, se pueden pagar los servicios públicos con transferencias bancarias sencillas y también usar los servicios de delivery cuando exista la posibilidad de hacerlo. De igual modo, podemos recurrir a las teleconsultas médicas y psicológicas que la mayoría de hospitales ponen a disposición de los usuarios.
Finalmente, en estos momentos de crisis sanitaria en nuestro país, que está peligrosamente agudizándose sin encontrar respuesta favorable del gobierno, es importante resaltar la gran responsabilidad que tenemos de conservar nuestra salud y la de la familia. Tomar conciencia y respetar las instrucciones de cuarentena, distanciamiento social, lavado de manos y el uso adecuado de las mascarillas, se hace más que crucial para salir con vida de esta terrible pandemia.