Salud, un estilo de vida
Dr. Carlos E. Ortiz Regis
Médico Cirujano de la Escuela de Medicina Humana – USAT
Médico Cirujano de la Escuela de Medicina Humana – USAT
Desde niño he escuchado decir que la “salud no tiene precio” y eso sin duda es una gran verdad, en consecuencia todos deseamos gozar de buena salud, sin embargo la mayoría de nosotros nos empeñamos por vivir procurando con nuestros estilos de vida perderla lo más rápido posible, en oposición al primer dicho mencionado, se acuñó otro de lamentable difusión: “De algo nos iremos a morir”, como justificación del libertinaje en la comida, la bebida y el sedentarismo.
Para entrar en el tema de la celebración del día mundial de la salud, hagamos un poco de historia. En diciembre de 1945, las delegaciones de Brasil y China propusieron la creación de una organización internacional de salud (OMS, 2011).
En Nueva York, en julio de 1946 se aprobó la constitución de la Organización Mundial de la Salud. Dicha constitución entró en vigencia el 7 de abril de 1948, cuando el veintiseisavo país de los 61 gobiernos signatarios ratificó su firma (OMS, 2011).
El Día Mundial de la Salud se estableció como uno de los primeros actos oficiales de la OMS, se observó por primera vez el 22 de julio de 1949, para conmemorar la constitución de la OMS, pero posteriormente se cambió la fecha al 7 de abril para fomentar la participación de los estudiantes, ya que en julio hay muchos planteles educativos cerrados sobre todo en el hemisferio norte, recordando así la fecha en que oficialmente se adoptó la constitución. (OMS, 2011)
El Perú, en concordancia con el lineamiento mundial, la celebración debe estar orientada a la promoción de la salud universal reafirmando nuestro compromiso por la Atención Primaria en Salud, como estrategia para promover la vida y evitar que las enfermedades prevalentes en nuestro país continúen incrementando su incidencia. El fortalecimiento y ampliación del Seguro integral de Salud, así como el fortalecimiento del Ministerio de Salud como órgano rector deben garantizar que toda la población especialmente las de pobreza y pobreza extrema tengan acceso a un ambiente comunitario saludable, servicios de salud de calidad y personal de salud comprometido con su pueblo.
Para entrar en el tema de la celebración del día mundial de la salud, hagamos un poco de historia. En diciembre de 1945, las delegaciones de Brasil y China propusieron la creación de una organización internacional de salud (OMS, 2011).
En Nueva York, en julio de 1946 se aprobó la constitución de la Organización Mundial de la Salud. Dicha constitución entró en vigencia el 7 de abril de 1948, cuando el veintiseisavo país de los 61 gobiernos signatarios ratificó su firma (OMS, 2011).
El Día Mundial de la Salud se estableció como uno de los primeros actos oficiales de la OMS, se observó por primera vez el 22 de julio de 1949, para conmemorar la constitución de la OMS, pero posteriormente se cambió la fecha al 7 de abril para fomentar la participación de los estudiantes, ya que en julio hay muchos planteles educativos cerrados sobre todo en el hemisferio norte, recordando así la fecha en que oficialmente se adoptó la constitución. (OMS, 2011)
El Perú, en concordancia con el lineamiento mundial, la celebración debe estar orientada a la promoción de la salud universal reafirmando nuestro compromiso por la Atención Primaria en Salud, como estrategia para promover la vida y evitar que las enfermedades prevalentes en nuestro país continúen incrementando su incidencia. El fortalecimiento y ampliación del Seguro integral de Salud, así como el fortalecimiento del Ministerio de Salud como órgano rector deben garantizar que toda la población especialmente las de pobreza y pobreza extrema tengan acceso a un ambiente comunitario saludable, servicios de salud de calidad y personal de salud comprometido con su pueblo.
Importancia de conmemorar el Día Mundial de la Salud
Como ya lo hemos dejado entender en líneas arriba, la conmemoración del Día Mundial de la Salud es de gran importancia en el calendario cívico universal. Tal como la ONU (2018) lo estableció: “Esta fecha fue designada como tal por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de aumentar la conciencia mundial sobre la importancia de mantener la buena salud y de promover estilos de vida saludables”.
Todos deberíamos estar comprometidos difundiendo los buenos hábitos alimentarios que representan, en gran medida, el mejor seguro para conservar una buena salud, vivimos en un país rico en variedad de vegetales frutos y verduras con nutrientes de primer nivel, nuestro mar nos provee de variedades de peces que están al alcance de los hogares más humildes. Por ello, saludamos los esfuerzos que se están realizando en el país para combatir la gran publicidad que las transnacionales de la “comida chatarra”. Todos debemos conocer el riesgo que asumimos al consumir estos productos, y deben estar presentes en la etiquetas de los mismos y de fácil entendimiento especial de los niños.
El Día Mundial de la Salud debe servir para promover que la familia salga a caminar, realice ejercicio, o recuerde cómo nos llevaban de niños al parque o a la playa papá, mamá e hijos; cómo nos divertíamos, esta noble costumbre de caminar, nunca fue en silencio, era también una fuente de diálogo que nos unía como núcleo y nos encontrábamos con otras familias. ¡Hombres y mujeres de todas las edades, hagamos ejercicio!, este es el otro seguro para mantener una buena salud. ¡Jóvenes, hagan deporte! Esto los alejará de los vicios y los promoverá para ser los futuros jugadores de nuestras selecciones y visionar en el futuro “Perú campeón del mundo”. Un país con una población que mantenga estilos de vida saludable es, sin duda, un país camino al desarrollo y al éxito.
En conclusión, la celebración del Día Mundial de la Salud sirve de recordatorio, no solo a la ciudadanía mundial, sino a las autoridades y gobiernos en general. Los niños y los ancianos figuran entre los miembros más vulnerables de la sociedad en todo el mundo. Aunque se han alcanzado logros importantes, todavía queda mucho por hacer y urge reducir las defunciones infantiles y de la ancianidad atribuible a causas que se pueden prevenir. Los buenos resultados obtenidos en numerosos países pobres de todas las regiones, demuestran claramente que aún con recursos limitados, se puede lograr importantes avances.
