Tú necesitas del agua y el agua necesita de ti
Por: Jorge Fupuy Chung – Docente de la Facultad de Medicina USAT
“Una gota de agua es flexible. Una gota de agua es poderosa. Una gota de agua es más necesaria que nunca”, frase que nos proporciona las Naciones Unidas en este día donde el agua se convierte en el gran protagonista, pues es un recurso vital al que muchos habitantes de la Tierra no tienen acceso y otros que disponen de ello, lo desperdician.
El agua es un elemento esencial del desarrollo sostenible. Los recursos hídricos y la gama de servicios que prestan, juegan un papel clave en la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental. El agua proporciona bienestar a la población, así mismo, tiene un impacto positivo en la vida de miles de millones de personas, al incidir en cuestiones que afectan a la seguridad alimentaria y energética, la salud humana y al medio ambiente.
En la actualidad, más de 663 millones de personas viven sin suministro de agua potable cerca de casa, lo que les obliga a pasar horas haciendo cola o trasladándose a fuentes lejanas, así como a hacer frente a los problemas de salud, debido al consumo de agua contaminada.
Cabe destacar que, una gran parte del agua que disponemos para el consumo humano, es desperdiciada, por eso es que se busca reducir y reutilizar hasta un 80% del agua que malgastamos en nuestras casas, ciudades, industrias y agricultura, que posteriormente este retorna a la naturaleza contaminando y perdiendo los nutrientes que son valiosos para el medio ambiente.
La Agenda ambiental, Agenda 21, en el Objetivo de Desarrollo N° 6, dice que debemos garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos, incluyendo una meta que reduzca a la mitad la proporción del agua dilapidada y aumente su reciclaje.
Por lo antes mencionado, es importante resaltar que mundialmente, más del 80% de las aguas residuales que generamos vuelve a los ecosistemas sin ser tratada, ni reciclada. Son aproximadamente 1800 millones de personas que usan una fuente de agua contaminada por material fecal; poniéndolas en riesgo de contraer el cólera, la disentería, el tifus o la polio. El agua no potable y unas pobres infraestructuras sanitarias, así como la falta de higiene, causa alrededor de 842 000 muertes al año. Por lo tanto, no podemos dejar de lado a las aguas residuales porque son una oportunidad de explotarlas como recurso, puesto que el agua tratada de una forma segura es una fuente sostenible y asequible de agua y energía, así como para obtener nutrientes, entre otros materiales recuperables.
Por tanto, la afirmación que muchas veces repetimos “El agua es vida”, cobra mucha mayor importancia, más aun en el contexto ambiental que vive nuestro país, puesto que, la necesidad de agua potable ha generado un caos en la población y ese caos ha sido originado por el agua en forma de lluvia, huaicos y desborde de ríos. A todo esto se suma el comportamiento irresponsable que como ciudadanos tenemos, como el de arrojar basura a los cauces de los ríos y regadíos en la ciudad y el crecimiento de las ciudades en las quebradas antiguas y actuales de los ríos en la costa y sierra de todo el Perú.
Por último, nos queda analizar toda esta realidad del agua, reflexionar, aprender a cuidar de nuestras fuentes de agua, no sólo en momentos de urgencia, porque el agua que necesitamos, necesita de nosotros para que siga siendo sinónimo pleno de vida y no de desastres y angustias.