Síndrome de Burnout: Qué es, síntomas y tips para afrontar el estrés
Por: Lic. Ricardo Urpeque García
Coordinador RSU de la Escuela de Psicología USAT
Miluska Tesén Yrureta y Milagros Urbina Chancafe
Estudiantes de la Escuela de Psicología USAT
Coordinador RSU de la Escuela de Psicología USAT
Miluska Tesén Yrureta y Milagros Urbina Chancafe
Estudiantes de la Escuela de Psicología USAT
¿Alguna vez ha sentido cansancio, dolores musculares o falta de motivación mientras labora o estudia? Lea con mucha atención, puede que padezca de un síndrome desconocido por la mayoría de las personas, que de a poco se apodera de la sociedad, y al que todos estamos expuestos debido a las cargas laborales que enfrentamos de manera diaria.
El Síndrome de Burnout, llamado por otros especialistas como síndrome del trabajador quemado o el síndrome del desgaste ocupacional, es el producto de la frecuencia de presión ante aquellos estímulos estresores que cohabitan dentro del contexto laboral e interpersonal del individuo.
El 11 de marzo del año 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró oficialmente la enfermedad del COVID-19 como pandemia, y desde ese momento, el gobierno implementó un estado de alarma como forma de prevención. En consecuencia, se han generado cambios contextuales que han podido agravar situaciones preexistentes, contribuyendo al aumento de la fatiga física y mental, así como de la ansiedad, estrés y agotamiento. Con lo anterior mencionado, algunos de los factores que pueden ayudar a agudizar este problema son los horarios de trabajo excesivos, el no establecer límites entre su vida laboral y personal, así como la sobreexigencia en las jornadas de trabajo; de igual manera, también depende de las condiciones personales como la tolerancia al estrés y frustración, además del contexto organizacional como el ambiente laboral y las definiciones deficientes del puesto, entre otros.
Este síndrome desencadena una serie de padecimientos a nivel psicosocial, físico y en lo profesional. En torno a los daños físicos, se pueden presentar dolores musculares, insomnio, desórdenes gastrointestinales, fatigas crónicas, migrañas, entre otros malestares. Con respecto al nivel psicosocial, se origina un deterioro en las relaciones interpersonales, irritabilidad, dificultad al concentrarse, presencia de conductas de alto riesgo, etc. Siguiendo esta misma línea, en el entorno laboral se evidencia que, el desempeño en sus labores, su rendimiento en la calidad o proactividad suele ser inferior al que se acostumbra, hay un deterioro de las relaciones con compañeros, disminución del sentido de realización, bajo umbral para soportar la presión y conflictos de todo tipo. Sin embargo, no en todas las personas se presenta del mismo modo.
A continuación, le dejamos algunos tips o sugerencias para afrontar el estrés.
El realizar actividad física ayuda en la disminución del índice de enfermedades psicosomáticas como el sedentarismo, estrés e incluso la fatiga. Existen diversas actividades que usted puede realizar como caminar, trotar, danzar, manejar bicicleta y hacer yoga o pilates.
De igual manera, establecer límites dentro de los horarios laborales es una de las formas para aliviar no solo el estrés, sino también la fatiga. La mayoría de las jornadas laborales suelen ser excesivas, algunos colaboradores laboran en doble turno, lo cual se convierte en factores que aumentan la carga laboral. Asimismo, el tiempo prolongado de trabajo afecta las horas de descanso y sueño, y en relación con ello, acrecienta el estado de fatiga que pueda padecer el individuo. Por tal motivo, se sugiere organizar un horario donde pueda gozar de momentos de descanso y así evitar una agotadora jornada que pueda alterar aspectos importantes de su vida.
Las técnicas de relajación contribuyen de manera significativa al bienestar tanto físico como emocional, se puede realizar entre ellas ejercicios de respiración o de agilización mental. Además, tiene buenos beneficios para la salud, como la mejora de la circulación sanguínea, la oxigenación cerebral y la mejora de la calidad del sueño.
Por último, se debe destacar la importancia de acudir a un especialista, como el psicólogo, con la finalidad de que usted sea orientado a la alternativa de solución adecuada ante los estímulos estresores que puedan afectar a su salud mental.
