«En el Día de la Salud Mental: ¿Cómo abordamos el bienestar emocional de los jóvenes universitarios?»
Este 10 de octubre se conmemora internacionalmente el Día Mundial de la Salud Mental, con el compromiso para crear conciencia sobre la necesidad de prevenir y atender esta dimensión del ser humano. Es por ello que, promover la detección y recuperación de sus problemas, especialmente dentro de la población juvenil universitaria, es fundamental para construir una sociedad funcional.
La OMS define la salud mental como “un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y puede aportar algo a su comunidad”. Asimismo, la salud mental individual está determinada por múltiples factores sociales, psicológicos y biológicos, por ejemplo, las presiones socioeconómicas persistentes, las cuales constituyen un riesgo para el bienestar de las personas y las comunidades.
Por otro lado, el ingreso a la vida universitaria representa una fase decisiva para todo ser humano: el final de la adolescencia y el comienzo de la adultez joven. No se trata solamente de las aspiraciones orientadas a un futuro, a una carrera que enlaza la vocación, el anhelo de satisfacciones y éxito. Se debe tener en cuenta que se trata de un momento en que los estudiantes atraviesan distintos cambios. Algunos de ellos desde el aspecto psicofisiológico, otros relacionados con dilemas socioexistenciales complejos e impredecibles; sobre todo, teniendo en cuenta que se trata de una población universitaria que presenta afectaciones post pandemia.
De acuerdo con la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 32.3 % de jóvenes de 15 a 29 años presentaron algún problema de salud mental o emocional en los últimos meses, siendo las mujeres jóvenes las que afrontan más problemas de salud mental (30.2 %), en comparación con los hombres (22.9 %). En este sentido la población joven requiere especial atención. “La falta de recursos, estrategias e iniciativas ha puesto a la salud mental en gran deterioro, cuando debería ocupar un lugar prioritario, con el fin de trabajar de manera urgente e inmediata”. La encuesta también indicó que el 23 % de la población joven se sintió desanimada, deprimida, triste o sin esperanza y el 5.6% de la población joven tuvo pensamientos de muerte o de hacerse daño.
Es por ello que la USAT está trabajando con un equipo de especialistas de la salud mental, psicólogos, que atienden a los estudiantes de las diferentes facultades, de acuerdo con sus necesidades. Desde el año 2022 se implementó el programa ‘Salud Mental USAT’ para poder informar, alertar y acompañar a los miembros de la comunidad universitaria dándoles a conocer que cuentan con el apoyo necesario para atender situaciones de afectación emocional.
A través de este programa la USAT está forjando una cultura abierta de promoción del bienestar y de oportunidades de ayuda profesional especializada si el estudiante o cualquier miembro de la comunidad universitaria enfrenta momentos o experiencias difíciles. Es indispensable contar con este servicio orientado al resguardo de la salud integral del estudiante y con personal especialista para su evaluación.
Por último, la salud mental del joven universitario es un aspecto fundamental en la conducción de la educación superior, garantía esencial de una trayectoria exitosa. Hoy en día, al prestársele mayor atención que hace algunas décadas, se detecta una mayor prevalencia de una variedad de cuadros clínicos de severidad diversa, dentro de los cuales predominan estados de depresión, ansiedad y estrés. La responsabilidad institucional se extiende a tareas de prevención, variado manejo inicial y pertinentes disposiciones adicionales, dictadas por una evaluación integral del caso individual.
La comunidad universitaria puede obtener mayor información a través del correo de atención, el cual es: saludmental@usat.edu.pe
“No se puede elegir sabiamente una vida a menos que se atreva uno a escucharse a sí mismo, a su propio yo, en cada momento de la vida.” Abraham Maslow
