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Facultad de Derecho USAT rinde homenaje a su patrón Santo Tomás Moro
“El hombre no puede ser separado de Dios, ni la política de la moral”. Este es uno de los dichos pronunciados por Santo Tomás Moro, patrono de la Facultad de Derecho USAT, cuyas autoridades le rindieron un homenaje con el desarrollo de diferentes actividades en el marco de su día de celebración: 22 de junio.
Las actividades iniciaron con una ceremonia virtual presidida por la rectora USAT, Dra. Patricia Campos Olazábal, quien mencionó que recordar a Santo Tomás Moro es una manera de rendir homenaje a las personas que influyeron y siguen haciéndolo en el devenir del trabajo profesional, en este caso, de las labores de los abogados.
En el evento también intervino el decano de la Facultad de Derecho USAT, Dr. Armando Rafael Prieto Hormaza, quien explicó que Santo Tomás Moro es un referente académico y espiritual para los hombres de Derecho, pues es de aquellos personajes que despiertan un profundo interés en quienes tienen la oportunidad de conocerlo.
“Su legado nos anima a repasar la misión de la facultad que se da sobre la base de la axiología católica. Buscamos formar profesionales íntegros del Derecho que, en el ejercicio profesional, contribuyan a la defensa de la persona humana y la consecuencia de una sociedad justa que decimos y pensamos alcanzar”, comentó Prieto Hormaza.
Asimismo, Prieto Hormaza señaló que la obra de Santo Tomás Moro ayuda a comprender la relación entre dignidad humana, justicia, derecho y sociedad. Además, indicó que, al respecto, la encíclica Fratelli Tutti del Papa Francisco, expresa que el respeto de los derechos humanos es condición previa para el desarrollo social y económico de un país.
El decano de la Facultad de Derecho USAT también hizo referencia a Utopía, la obra cumbre de Santo Tomás Moro, en la cual propone una organización racional de la sociedad, situado en una isla imaginaria en la que se establecen las normas que la regirían, basadas en la enseñanza universal, libertad religiosa, entre otros derechos.
“Este modelo se caracteriza por la igualdad social, la fe religiosa y la tolerancia. A pesar de haber sido malinterpretado como una sociedad no alcanzable e idílica; los aportes de Santo Tomás Moro son una gran enseñanza de cómo debemos organizarnos y cuál debe ser el rol del Derecho para lograr una sociedad justa y defender la dignidad humana”, afirmó.
Precisamente este modelo de sociedad se caracteriza por tres rasgos: 1) el hierro es más útil que el oro, con referencia a que el hombre valora más lo escaso que lo útil; 2) tiene menos leyes; y 3) no se admiten que hayan abogados, para que estos sean profesionales que, con argumentos sólidos, defiendan causas justas de forma precisa y clara.
“Estoy seguro que las enseñanzas de Santo Tomás Moro serán valoradas a la práctica por cada uno de nosotros. Considero que entenderlo es no discutir teóricamente sobre una sociedad idílica, sino reflexionar en lo que necesitamos para vivir en una sociedad mucho más humana, libre y solidaria”, finalizó Prieto Hormaza.
Como parte de la ceremonia de homenaje al también patrono de los políticos y gobernantes, se desarrolló la conferencia internacional: ‘Tomás Moro, modelo de jurista’, a cargo de la ponente Dra. Angela Aparisi Miralles, catedrática de Filosofía del Derecho de la Universidad de Navarra y de Bioética de la Universidad del Istmo en Guatemala.
La ponencia inició con una breve reseña de las circunstancias históricas que narró el proceso que condujo a Santo Tomás Moro a su muerte heroica, quien fue ejecutado en 1535 por orden del rey Enrique VIII, debido a que el primero se opuso a firmar la solicitud del gobernante español para anular su matrimonio con Catalina de Aragón.
“Santo Tomás Moro fue lord canciller de Inglaterra desde 1529 a 1532. Su integridad lo llevó a muchas privaciones. La causa de su muerte se debió a su fidelidad al catolicismo y, fundamentalmente, a los dictados de su conciencia. Por ello, es considerado figura clave de los derechos humanos y del origen del derecho a la objeción de conciencia”, dijo Aparisi Miralles.
Aparisi Miralles también resaltó las virtudes que caracterizaron a Santo Tomás Moro: la integridad y su amor por la justicia y el derecho. En el primer caso, la ponente mencionó que fue una persona que supo escuchar su conciencia y dejar en su vida el espacio necesario para adentrarse en su interior y reflexionar sobre los bienes que realmente valen la pena.
“No solo escuchó su conciencia, actuó siempre en conciencia. Cada una de las decisiones en su vida iban precedidas de una reflexión serena y prudente. Además, supo hacer de esa escucha y de ese modo de actuar, su propio estilo y actitud ante la vida. Su integridad y unidad aparecen reflejadas en la coherencia en su vida profesional y personal”, comentó Aparisi Miralles.
Respecto al amor por la justicia y el derecho, Aparisi Miralles mencionó que la abogacía estaba enraizada en él, pues poseía virtudes y cualidades para el ejercicio de su profesión como la capacidad de negociación, la argumentación, el sentido práctico, etc. Es así como su palabra revelaba tenacidad e ingenio en las respuestas a sus contrincantes.
“La genialidad de Santo Tomás Moro como literato, estadista o gobernante pasaba a segundo plano, pues la abogacía lo marcó profesionalmente. Como abogado era la suma del hombre inteligente y práctico. Tenía una gran habilidad para contraponer argumentos, sin que adelantara su postura definitiva”, concluyó Aparisi Miralles.
Además de la ceremonia central en homenaje al patrón de la Facultad de Derecho, se realizó una Misa virtual, así como un Cine Fórum, en el cual se transmitió la película Santo Tomás Moro: Un hombre para la eternidad, film del director Fred Zinnemann, estrenada en Gran Bretaña en el año 1966.