Año 2014 Discursos Otros Eventos
Discurso de Monseñor Roberto Prevost Martínez – Acto de Incorporación Gran Canciller – 2014
Discurso de Monseñor Roberto Prevost Martínez – Acto de Incorporación Gran Canciller – 2014
Acto de Incorporación Gran Canciller
Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo
Su Excelencia Monseñor Jesús Moliné Labarta, Doctora Patricia Campos, Rectora de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, miembros de la Asociación Civil USAT, Señores integrantes del Consejo Universitario, Señores integrantes del Patrimonio de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, Autoridades Académicas, a todas las autoridades presentes, a los integrantes de la Comunidad universitaria:
En este acto significativo quisiera que mis primeras palabras sean expresión de gratitud a Dios en primer lugar, por las muchas bendiciones derramadas sobre cada uno y todos nosotros, y hoy, en manera especial, a todas las personas que forman parte de la comunidad de esta Universidad, donde se realiza una gran labor educativa. «En el mundo de hoy, caracterizado por unos progresos tan rápidos en la ciencia y en la tecnología, las tareas de la Universidad Católica asumen una importancia y una urgencia cada vez mayores…. En este contexto, [la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo] está llamada a una continua renovación, tanto por el hecho de ser universidad, como por el hecho de ser católica.» (Ex Corde Ecclesiae, n. 7).
Siendo una universidad todavía muy joven, la Universidad tiene un cierto derecho de sentirse orgullosa al considerar los resultados y logros alcanzados en estos años. Y por tanto, doy gracias a Dios y expreso mi agradecimiento a todas las personas y las instituciones que han trabajado juntos haciendo posible todo lo que es hoy la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo.
En modo muy concreta, en este momento y dentro el marco dela ceremonia de incorporación como Gran Canciller de la Universidad, quiero expresar mi gratitud y manifestar mi admiración, reconociendo al Gran Canciller Emérito, Mons. Jesús Moliné Labarta, quien ha sabido acompañar y guiar la comunidad universitaria desde sus inicios hasta el día de hoy. Le felicito y le agradezco por la magnífica obra realizada durante todos estos años. ¡Muchas gracias, Monseñor!
También quiero reconocer a los miembros dela Asociación Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo; al Reverendo Padre Carlos Mundaca, el Vice Gran Canciller; a la Doctora Patricia Campos, la Rectora de esta Universidad; a los miembros del Rectorado y del Consejo Universitario; a los docentes, al personal administrativa, y a los estudiantes — los que son, se puede decir, nuestra «razón de ser».
AI citar hace unos momentos la Constitución Apostólica sobre las Universidades Católicas, Ex Corde Eclessiae, escogí palabras que me parecen particularmente importantes hoy. Son palabras que invitan y animan a una “continua renovación», necesaria por la misma naturaleza de toda universidad católica. Una universidad que no se renueve, que no crece con los avances de las ciencias y no se desarrolla en el mundo académico, no tendrá futuro. Una institución en la Iglesia Católica que no se renueve, difícilmente podrá crecer y dar vida.
De Io que he podido saber hasta el momento, veo que la Universidad está buscando cómo y dónde vivir este reto de Ia renovación. Está viviendo momentos de cambios académicos, laborales y económicos, y todo esto esta’ orientado a un mayor y mejor crecimiento dela Universidad. Recordando siempre la naturaleza de la Universidad como «comunidad academica… que goza de aquella autonomía que es necesaria para cumplir sus funciones eficazmente y garantizar a sus miembros Ia libertad…» (Ex Corde, n. 12], es también importante que forme parte de nuestra misión el compromiso de promover las «características esenciales» de la Universidad Católica:
- Una inspiración cristiana por parte, no sólo de cada miembro, sino también de Ia Comunidad universitaria como tal;
- Una reflexión continua a Ia luz de la fe católica, sobre el creciente tesoro del saber humano, al que trata de ofrecer una contribución con las propias investigaciones;
- La fidelidad al mensaje cristiano tal como es presentado por la iglesia;
- EI esfuerzo institucional a servicio del pueblo de Dios y de Ia familia humana en su itinerario hacia aquel objetivo trascendente que da sentido a Ia vida.» (Ex corde, n. 13).
En esta ocasión, manifiesto mi deseo de acompañar a la comunidad de esta gran Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo para que pueda ser fiel a su misión tal como pide Ia Iglesia. Tengo como preocupación, y acepto como compromiso y misión, como parte de mi nuevo ministerio episcopal y como Gran Canciiler dela Universidad la responsabilidad de velar, guiar y ayudar a que Ia Universidad en su conjunto crezca y se desarrolle dentro del marco de fidelidad a lo que Ia Iglesia Católica pide de todos nosotros, e según los principios y normas de Ia Constitución Ex Corde Eclessiae.
Siendo hijo fiel de San Agustín, el gran «buscador de la Verdad”, ofrezco su ejemplo como modelo para nuestra comunidad universitaria. Unidos, tengamos «el gozo de buscar la verdad, de descubrirla y de comunicarla en todos los Campos del conocimiento»; la identidad católica de Ia Universidad, y asumiendo el compromiso, al interior de Ia sociedad, de fomentar una generosa responsabilidad social y el empeño de formar a sus estudiantes en los valores humanos y cristianos.
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